El proyecto es fruto del estudio de posibilidades relacionadas con el futuro programa de ocio de la Playa de PortForum. La oferta de recreo que esta playa ofrecerá estará por encima de las del resto de la ciudad y actuaciones como The Island lo corroboran. Se trata de una pieza situada delante de la línea de costa que va más allá de las típicas plataformas costeras de playa con toboganes y trampolines. The Island es una plataforma de pequeño tamaño ideada como estación de actividades acuáticas pero con muchas más posibilidades relacionadas con el ocio y el agua.

El sistema y sus componentes.

El proyecto es un sistema. Los diversos componentes permiten distintas configuraciones en base a la oferta que se quiere dar. Así, los componentes del sistema son: la isla, que es una pieza de hormigón pilotada al fondo marino, la pasarela de madera, y seis grandes barcazas especializadas en diversos programas de entretenimiento.

La isla es una gran pieza de hormigón teñido en tonos verdes repleto de coqueras y oquedades, como una gran piedra pómez. Su piel está llena de estas imperfecciones para permitir que el mar y los animales la colonicen rápidamente, lo que le acabará borrando su flamante artificialidad para dejar paso a un aspecto natural y extrañamente familiar, como si hubiera estado ahí delante de la playa toda la vida. Se trata de una intervención paisajística que otorga una nueva componente a la ya fuerte identidad del lugar. Esta isla tiene una geometría hexagonal irregular con 270 metros cuadrados y una topografía artificial que organiza los recorridos y la zonifica. Un gran macetero en la zona más alta permite que aparezcan unos árboles de pequeño tamaño. La topografía además configura la aparición de una pequeña zona de ‘playa’ y una piscina natural.

Una pasarela de madera arranca desde el paseo, como un largo dique, y atraviesa la playa hasta que se adentra sobre el agua en busca de la isla. La pasarela se ramifica en dos; una de las ramificaciones llega a la plataforma para tomar el Catamarán. La otra gira y pasa sobre la isla, permitiendo el acceso a la misma, y continua hasta desaparecer en el mar.

Las barcazas son elementos flotantes de distintos tamaños que se adosan a la Isla para aportar diversos e insólitos programas. Las tres que habitualmente estarán en contacto con la Isla son los embarcaderos; uno para pequeñas embarcaciones perteneciente a la escoleta de vela, y otro para renting de motos de agua. El otro embarcadero, adosado a la pasarela de madera, es el amarre para el catamarán Amnesia, que organiza fiestas en alta mar con el atardecer cayendo sobre el skyline de Barcelona e incluso escapadas a la isla de Ibiza.  

El resto de barcazas tienen usos específicos que habitualmente no están vinculados con el agua, pero que posibilitando esta nueva interacción les proporcionan un atractivo aliciente. Así tenemos el watersoccer, para jugar a futbito en medio del mar, o el stage, que permite montar espectáculos o proyectar películas de cine.   

Co-autoría: Oriol Bordes