Frente a las grandes Masías antiguas del Parque de la Font Roja, encontramos un cúmulo de pequeñas construcciones que tienen que ver más con una situación de retiro temporal que con una segunda residencia, este refugio es uno de ellas.

Este proyecto nace a partir de dos parámetros, por una parte la necesidad del cliente de dar soporte a dos programas, el retiro y la escultura; y por otra el enclave y paisaje donde se inserta. Dando como resultado un objeto arquitectónico:

- autosuficiente en lo que concierne a gestión energética y de residuos, reciclaje de agua, y climatización gracias a la introducción entre otros elementos de mallas atrapa niebla, pozos de nieve, redes separativas y de reutilización, así como ventilación cruzada, etc…

- de un solo espacio programable capaz de ser redefinido y reutilizado en tiempo real, que pueda albergar desde el escultor en una “soledad soñada” hasta una reunión familiar.

- con una relación intima con su paisaje más próximo, ya que se introduce entre las copas de los pinos como un objeto artificial susceptible de ser colonizado por los musgos y líquenes de la zona, con lo que conseguir un mimetismo cromático con el paisaje.