Al suroeste de la provincia de Valencia, en las estribaciones de la Sierra de Enguera, en una extensa parcela de 27.000m², a 780 m de altitud y abundantemente poblada por pinos carrascos, pinos rodenos y alguna pequeña encina, esta casa se sitúa en el extremo opuesto al acceso, donde comienza el valle y están las mejores vistas. Hasta allí, el recorrido entre los árboles se definirá en el proceso de construcción.

Dos escalas, dos aproximaciones. La primera, lejana, las vistas al valle, subir. La segunda, inmediata, intensa y extensa relación con el bosque, desde cualquier punto de la casa.

Una primera operación topográfica: deprimir sensiblemente el nivel de acceso y modelar el volumen, de manera que se optimicen las vistas, ventilaciones, circulaciones, etc. Así, la sección, nos define la organización espacial, alrededor de una sala de altura considerable, corazón de la vivienda y donde la escalera organiza el programa.

Sobre la cubierta, una “linterna”, luminosidad en el entorno próximo y señal vital en el paisaje mas lejano.

Muros de piedra en seco en contacto con el suelo y paneles oscuros de cemento con fibras en contacto con los pinos.