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TRANSFORMACIÓN DE UN EDIFICIO COMERCIAL DE LOS AÑOS SESENTA EN APARTAMENTOS DE DISEÑO.

CREACIÓN DE UNA NUEVA TIPOLOGÍA DE VIVIENDA EN LA QUE SE CONCENTRAN TODAS LAS FUNCIONES EN UN GRAN CAJÓN DE MADERA CONTENIDO DENTRO DE UN GRAN ESPACIO DIÁFANO.

DEL EDIFICIO

Desde los primeros estudios, se trató por todos los medios de conservar el edificio. Un edificio cuya historia se remonta al año 1945 pero que comenzó a funcionar a mediados de los sesenta. Después de albergar los "Almacenes Progreso" sufrió una penúltima transformación en el año 1990 como sede de la O.N.C.E. hasta el año 2005 aproximadamente.

Se trataba ahora de transformarlo en apartamentos de calidad aprovechando la cercanía al centro de Madrid y con la sana intención de continuar el paulatino cambio urbanístico que se venía desarrollando como una clara mejora del barrio.

El edificio cuenta con cuatro alturas y dos sótanos destinados a garaje. Una planta baja dedicada a locales comerciales. Dos plantas tipo de viviendas y una planta ático cuyos apartamentos disfrutan además de su propia cubierta como solarium. Lo que suma una superficie construida de 4.000 m².

Ofrece fachada a tres calles, dos fachada opuestas que dan a calles menores y una fachada principal estrecha (en comparación) que vuela 2,5 metros sobre la avenida del Monte Igueldo.

Las fachadas laterales mantienen el ladrillo original. Se ampliaron los huecos existentes y se abrió algún hueco más. Las carpinterías se sacaron por fuera de la fachada para una mejor protección del soleamiento, formando unos cajones completos por apartamento de manera que son identificables desde el exterior. Al interior, estos cajones potencian la sensación de amplitud.

La fachada principal se cerró como fachada trasventilada con piezas de gres porcelánico de 8mm. de espesor en tono similar a la piedra caliza, que no toca los paramentos de ladrillo laterales. Se practican huecos verticales a la manera de los balcones típicos madrileños. Lamentablemente no se nos permitió volar más. Incluso llegó a peligrar (por problemas burocráticos) el propio vuelo que el edificio venía manteniendo desde hacía 50 años.

Los áticos se trataron como un edificio distinto posado sobre el gran cajón de ladrillo, son como pequeños adosados con jardín.

El nivel de solarium se ha tratado de disimular mediante forros de chapa grecada para las chimeneas que se confunden con las vallas de separación de las terrazas y las barandillas en un conjunto que recuerda a las antiguas cubiertas de plomo.  Se diseñaron especialmente unas escaleras de caracol suficientemente amplias para poder utilizar el solarium como parte de la casa.

Se conservó el núcleo vertical del edificio, añadiendo un último tramo para subir a la tercera planta y aumentando los fosos y los huecos de los ascensores. Así, el nuevo portal quedaba escorado con respecto a la avenida y le dejaba al local un frente comercial.

De pequeñas dimensiones, pero de gran altura, el portal cobra relevancia mediante un enorme portón (3,5m. de alto por 1,45 de ancho) de eje desplazado que ostenta el gran número 10 de la calle por deseo expreso del cliente. El portón cierra contra un vidrio limpio de igual altura que baña de luz el paramento diagonal en una dramática penumbra. Se dejaron unas grandes bombillas colgar del techo a diferentes alturas como única iluminación nocturna, en un juego combinado con las perforaciones aleatorias de los paneles de techo.

Con la intención de agradar al inquilino las zonas comunes se llenaron de colores suaves y diferenciados por plantas. La iluminación de los pasillos se realizó mediante fosos de luz contínuos a todo lo largo del pasillo, dejando practicable toda la parte central para el registro de los conductos de instalaciones que sirven a las viviendas.

Nos encontramos con una estructura de pilares y vigas metálicos cuyo ignifugado hubo que sustituir por completo. Se realizaron varias pruebas sobre los nudos más solicitados y se comprobó su estabilidad. Se sumaron refuerzos necesarios para el nuevo estado de cargas. Se eliminaron las  escaleras principales del edificio , así como la entreplanta, se añadieron partes de forjado metálico, se reinventaron los accesos al garaje. se reforzaron las fachadas para volar los cajones de las ventanas. Incluso hubo que cortar un pilar para bajar su zapata al nivel del foso de los montacoches.

Nos llevó 12 meses contar con la nueva estructura lista para alojar las viviendas. Después todo fue bastante rápido.

DE LAS VIVIENDAS

Dado el ancho de las crujías el reparto obligaba a la creación de espacios orientados a una sola fachada. Sin embargo la gran altura libre entre forjados ofreció la oportunidad para diseñar una nueva tipología de vivienda donde en un espacio único se pueden dar todas las comodidades de la manera más racional.

Los distintos usos se ordenan en degradado de acuerdo a la luz

natural entrante:

La cocina y el comedor son las zonas más iluminadas. El dormitorio (entendido como espacio de dormir y descansar) recibe luz indirecta por encima de los muebles y se separa del ruido de la ventana y de la calle. La zona de salón también se separa de la fachada. Por último, una zona de estudio (avocado al ordenador) y el baño quedan a la entrada del apartamento con una luz aún más tamizada.

De cara a la composición, se trata de una caja de madera dentro de un espacio neutro. Así, esta "caja mágica" cubre todas las funciones necesarias de la vivienda: cocina, dormitorio y baño. Incluso las instalaciones quedan registradas dentro de unos muebles diseñados de tal manera que ofrecen en cada momento una función concreta: El mismo mueble ofrece cajones al dormitorio en la parte de abajo, y armario al salón en la parte de arriba. Por una cara están los muebles de cocina y por la otra el armario ropero del dormitorio. O incluso los costados del armario de la entrada sirven para ocultar el cuadro eléctrico o la puerta corredera del baño.

De este modo el espacio restante queda completamente diáfano y ofrece una libertad total de usos. ("En estas viviendas no hay ni una mocheta"). El hecho de que las divisiones no lleguen hasta el techo y que la altura libre ronde los 3m. hace que el espacio se perciba en conjunto y se consigue una enorme sensación de amplitud a pesar de contar con una superficie útil de alrededor de 40 m².

Los huecos de ventana están diseñados para que en verano se pueda abrir completamente la parte que da al salón quedando así una abertura de más de 4 m². En el proyecto original se contaba además con persianas enrollables de lamas graduables (gradhermetic) con la intención de controlar escenas de manera domótica tanto de noche como de día.

El mueble que separa salón y dormitorio se acomodó a la estructura existente, eliminando el pilar de la planta útil y liberando otros paramentos de mochetas. Además se aprovecho el hueco de paso del pilar como registro de la instalación eléctrica.

  • Información
  • Autoría

    Clasificación / Tipología

    Edificació

    Ubicación

    AVENIDA DEL MONTE IGUELDO 10
    28053 MADRID
    MADRID | ESPANYA

    Otra información

    Fecha Terminación: Agosto 2008

    Agentes

    Arquitectos técnicos: Mar Fresneda / Antonio Montoya

    Contratista: SETHOME CONSTRUCCIÓN S.A.

    Estructuras: NB 35

    Fotografía: JM ESPELOSIN

    Instalaciones: Antonio Del Pin

    Promotor: GRUPO SETHOME S.A.

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