El edificio está situado en un punto especial del núcleo urbano, una parte elevada, al lado del cementerio y a las afueras de lo existente, pero sabiendo que con mucha rapidez la villa había de extenderse por esa zona. El área en cuestión, se encuentra también cerca y a la vista de la carretera N-1, eje de tráfico elevado e importante dentro del compendio de carreteras del estado, pues conecta directamente con Francia, así que sería importante tener en cuenta la visión del edificio desde la vía. Además, en el lugar de emplazamiento existía un vertedero que el ayuntamiento pretendía eliminar con la construcción del Frontón- Polideportivo. La solución es radical, se plantea un gran contenedor de forma rotunda que engloba el programa en su interior, un contenedor sobre el suelo que disminuye en altura hacia a la villa y se abre a la luz del sur. Un vacío lleno de posibilidades deportivas y celebración de eventos, con la importancia que eso puede tener en una población que carece de una gran plaza central y donde la lluvia está muy presente. Se trata de un volumen 30m. de ancho, 45m. de largo y una altura que varía de 14 a 21m. soportado por 11 pilares metálicos y el muro de hormigón armado del frotón. El volumen es atravesado por una gran grieta continua y ascendente que lo rompe permitiendo la entrada de luz natural al interior, en la zona opuesta al frontis para evitar deslumbramientos. El exterior aparece como una piel dorada (panel sándwich metálico) y traslúcida (policarbonato celular variable en bandas) que se agarra al muro de hormigón. La piel se perfora en dos puntos permitiendo la entrada peatonal y rodada, así como la visión al exterior. El interior es un gran vacío en el que la esbeltez de la estructura metálica se funde con el cerramiento ligero, resaltando con fuerza los muros del frontón y la pastilla de vestuarios, aseos y almacén. Un interior de tono oscuro que contrasta con la gran grieta de luz natural, que hace sentir aún más la inmensidad del espacio.