En términos compositivos el esquema queda resuelto con dos volúmenes de dimensiones similares en planta pero diferentes en altura. Estos volúmenes están unidos en su parte central, a nivel de entrada, por un elemento de conexión. El espacio restante se completa con tres patios que se conciben como elementos arquitectónicos que proveen de espacio exterior protegido y luz al espacio interior. Colectivamente, estos cinco elementos quedan enmarcados por una tapia que ocupa la huella completa de la parcela, en esquina, y absorbe el fuerte desnivel que se produce entre los dos extremos de la fachada opuestos diagonalmente. Cada uno de los dos volúmenes responde a una función claramente diferenciada. El volumen central con un uso más dinámico, de 4,5 metros de ancho y 10 metros de largo (ancho de la parcela), queda enmarcado por los tres patios y es la estancia principal de la vivienda, un espacio único que incluye la cocina en uno de sus extremos. El segundo volumen, de dos alturas y también de 4,5 metros de ancho por 10 metros de largo, alberga en un sencillo esquema, que se repite en cada una de las dos plantas y esta compuesto por dos dormitorios, un núcleo vertical de conexión y un cuarto de baño. Los huecos que se abren en los dos dormitorios de la planta superior, al igual que la pequeña terraza a la que se tiene acceso desde este nivel, se abren al paisaje para disfrutar de las singulares vistas del cerro Pedro Gómez.

Los dos patios simétricos de 3x3 metros de dimensión iluminan los dormitorios de la planta baja a la vez que ayudan a generar una ventilación cruzada en el volumen central, fundamental en el clima extremeño. La entrada principal a la vivienda se crea a través de uno de estos patios, con acceso directo a la pieza de conexión que une los dos volúmenes. El patio principal, de 6metros de ancho por 10 metros de largo, ocupa el resto de la totalidad de la parcela creando un espacio amplio, sereno e íntimo y en clara relación con la estancia principal, consiguiendo ampliar visualmente las dimensiones de esta estancia y creando un gran espacio continuo. La futura vegetación de los patios ayudará a controlar el soleamiento en las épocas de altas temperaturas.

La vivienda, de bajo coste de ejecución, ha sido construida con ladrillos que forman las tapias y muros de carga, revestidos con monocapa blanco, al igual que todas las estancias han sido acabadas con pintura del mismo tono. El pavimento, que genera un contraste con las paredes por sus tonos oscuros, es un gres de acabado rugoso, para poder ser utilizado en los patios. A través del uso considerado del material, espacios interior y exterior se convierten en una única entidad espacial.