Proponemos una reinterpretación contemporánea de la galería, un ámbito protegido de la lluvia que caracteriza la arquitectura tradicional gallega: un espacio de transición entre interior y exterior que desdibuja el límite del edificio, cambiante ante el invierno o el verano, el sol o la lluvia,...
Agrupación lineal: Puestos de trabajo abiertos a la luz y al jardín.
La propuesta construye un entorno de trabajo en el que paisaje y tecnología se encuentran intrínsecamente conectados. La disposición lineal optimiza la superficie de contacto de los espacios de trabajo al jardín. Buscamos con la máxima economía de medios la sensación de trabajar en medio de la naturaleza. Cada puesto de trabajo con vistas al jardín, abiertos a un entorno verde, máxima iluminación y ventilación natural cruzada.
La galería: reguladora del intercambio energético con el exterior.
El edificio propone una doble envolvente exterior transparente que forma un colchón térmico. Un autentico invernadero ventilado, entre jardín y huerto, un muro de aire que produce un microclima controlado y regula la relación de los espacios de trabajo con el exterior.
En este nuevo espacio el edificio maximiza su eficiencia energética, recurriendo a métodos pasivos de calentamiento y refrigeración del aire, según la época del año:
En verano la galería de fachada se ventila y produce el efecto chimenea que expulsa el exceso de aire caliente por convección natural. Ventilaciones naturales cruzadas refrigeran las estancias. Persianas de control solar impiden el paso de radiación solar directa al interior de las oficinas.
En invierno se cierran las aperturas exteriores de la galería. Se activa el efecto invernadero. La galería funciona como colchón térmico y acústico, una cámara de acumulación que difunde el calor al interior de las oficinas.
Máxima flexibilidad: concentración de instalaciones y cuartos húmedos. Modulación e industrialización.
Núcleos de comunicación vertical, aseos y pilares se concentran en las galerías perimetrales. Así se libera al resto de los espacios del edificio de cualquier servidumbre derivada de estructuras o tendidos de instalaciones. Proyectamos sencillas plantas diáfanas, basadas en un preciso y modulado sistema estructural de montantes de acero cada 1,30m. La crujía de los espacios de trabajo se resuelve con un sistema industrializado de placas alveolares de dimensión constante. Su modulación prevé futuras ampliaciones.
Así desde la lógica constructiva se definen las oficinas como bandejas flexibles, multifuncionales, diáfanas, fácilmente compartimentables, abiertas al exterior, adaptables a necesidades variadas, que permita simultanear una gran variedad de usos y programas.
En definitiva, una visión integradora enraizada en la construcción tradicional, planteada desde el equilibrio entre innovación, racionalidad constructiva, respeto al medio ambiente y sobriedad presupuestaria, que busca optimizar el rendimiento energético del edificio.