arrow-circle-down arrow-circle-left arrow-circle-up arrow-down arrow-left arrow-line-right arrow-right arrow-up ballon close facebook filter glass lock menu phone play point q question search target twitter
X

Atrapando el paisaje

EL PORQUE DE LAS COSAS.

Nos encontramos con una parcela orientada norte-sur, en una urbanización constituida por la simple adición de una finca junto a otra.

La finca donde se ubica la vivienda disfruta de unas vistas privilegiadas, tanto hacia el sur con la presencia de Montejurra, como hacia el norte con la visión sobre la sierra de Lóquiz y Andía.

La intención inicial fue dar y recibir.

Recibir esa escala lejana y que la vivienda respirase de ella y dar a los propietarios una serie de espacios dentro de la parcela para crear un nuevo mundo, una escala cercana que tuviese interés para las necesidades que ellos tenían.

Estas necesidades, no se ven cumplidas únicamente por la definición de los espacios interiores de la edificación, sino que es la constitución de estos espacios exteriores la que termina de satisfacer todas las ilusiones que la familia depositó en el proyecto.

Debía existir una concordancia entre lo proyectado y la vida que ellos llevaran en el lugar tan anhelado.

Por ello el proyecto huye de toda forma predeterminada y nos dejamos sorprender con el resultado final.

La vivienda funciona con una tipología binuclear, con clara diferenciación entre el volumen de la zona de noche y el volumen de la zona de día, siendo la entrada el nexo de unión de ambos.

Dentro de esta planta los cuartos húmedos, se sitúan en la parte central, exente de vistas, y bien situada dentro del conjunto de la vivienda.

A su vez, tiene otra clara diferenciación, entre las partes más servidoras que quedan en semisótano y las partes más nobles de la casa que quedan en la planta superior a esta.

La casa por la configuración espacial que forma va creando distintos espacios en el jardín cada uno con un carácter. Desde zonas más expuestas y sombrías como en la entrada, hasta pequeños espacios (estanque), zonas más soleadas aunque acotadas y otras más publicas y expuestas como la zona de la piscina.

Se trata de una casa diseñada con criterios de aprovechamiento pasivo de la energía solar, como describiremos con detalle mas adelante. Busca un buen asoleo y se intenta una adecuada integración en el paisaje. Nos encontramos en una zona climática con inviernos relativamente duros, y veranos bastante llevaderos. Entendemos que con una buena planificación de la vivienda en verano no necesitará aire acondicionado y durante el invierno tenga el mínimo gasto energético.

La parcela donde se ubica tiene algo más de mil metros, con acceso desde el norte por la calle san Sebastián, lindando por los otros tres frentes con diferentes pardelas de la urbanización. Dicha parcela tiene una diferencia de nivel de unos cinco metros desde el acceso hasta su parte más alta, encontrándose bastante protegida de la influencia de vientos.

La lectura del lugar, nos lleva a decidir que la vivienda se abra con grandes huecos a sur y que busque un compromiso en la fachada norte.

 Las fachadas este y oeste que lindan con distintas parcelas y por preservar la intimidad, se intentan dejar lo mas huérfanas de huecos posible.

De hecho la fachada que da a oeste resulta casi muda, como si fuera un medianil.

Aunque la lógica nos dice que no  conviene abrir grandes huecos en orientación norte, esta opción se hacía del todo inviable.

El entorno nos pedía ser valorado, por ello se disponen ventanas alargadas, que nos proporcionan una serie de marcos, en estancias como la cocina-comedor, la sala de pintura-biblioteca, o la habitación principal. Así desde estos espacios queda enmarcada la privilegiada vista sobre la sierra de Loquiz y Andía.

La vivienda así, se adueña de esa visión lejana y el paisaje participa como un elemento compositivo mas del proyecto.

La casa se muestra con dos realidades bien distintas, depende de dónde la miremos.

 Desde la entrada tiene cierto aire de objeto (su tamaño es bastante más grande que quien la mira), una especie de presencia que en cierta manera se impone, se nota que está, a pesar del zócalo de color verde mar que lo liga al suelo,  y que hace que la casa quede mas agarrada al terreno.

Pero la fachada no enseña todo, más bien enseña poco, ciertas cosas están en el interior y no incumben a quien mira la casa desde fuera.

Se trabajó especialmente este concepto, qué quiero que se vea desde la casa y qué se quiere que se vea de la casa.

Por otro lado,  desde el espacio exterior orientado a sur y definido por los propios cuerpos del edificio, su escala es mucho más humana (su tamaño es solamente un poco mayor que quien la mira), creemos que resulta acogedora y crea un ambiente de protección y paz.

En este jardín sur se ubicará la piscina antes mencionada, con varios árboles que la propia familia transplantará de su anterior residencia.

De alguna manera el conjunto intenta atrapar las luces y sombras que durante el transcurso de las estaciones se irán produciendo.

La familia que habitará la casa tiene una gran sensibilidad por la naturaleza, por lo que crear trozos de ella dentro del conjunto era importante.

Matizar la relación entre el exterior y el interior cobró especial importancia.

Se busca que el interior de la vivienda tenga cierta continuidad de espacios, que unos participen de los otros y que los límites no estén claros.

En la zona de noche los espacios están delimitados, en la zona de día exterior e interior se funden, se difumina el límite, y se intenta provocar esa vida tanto dentro como fuera de la casa.

Existe una tensión entre interior y exterior. Hay un dentro y un fuera y a veces se estará dentro estando fuera. Tenemos umbrales, tránsitos, pequeños escondrijos….

Existen lugares donde se ubicarán peceras, habrá pájaros, tortugas, los perros tienen su espacio bien definido, estos convivirán con los gatos, esperamos que la vivienda tenga su propio sonido.

Los arquitectos por nosotros mismos no hacemos buena arquitectura, tenemos que aprender a escuchar más y a hablar menos, tenemos que convertirnos en lectores de lo que de verdad necesita cada familia, a escuchar  el lugar (sus dificultades y sus bondades) y ser conscientes de los medios de que dispone.

La luz que entra en cada estancia de la casa, busca crear espacios tranquilos, que no te lleven con prisa de un lado a otro, se intenta inducir a la calma y al sosiego, que haya lugares donde estar, simplemente estar, contemplar el paisaje y disfrutar del estanque o la zona de piscina, un lugar para vivir y sentir y pensar despacio, siempre muy despacio.

Como dice Zumthor “la arquitectura se ha hecho para nuestro uso. No es un arte libre, hay que trabajar con un ojo puesto en el lugar y otro en el uso”.

Esperemos que así sea, y que lo que hoy son buenos propósitos en breve pase ser una realidad construida que no necesite ningún tipo de explicación.

Galería realización

Participaciones en arquia / próxima

V Edición 2014-2015
IV Edición 2012-2013
III Edición 2010-2011
II Edición 2008-2009