El local social de Graugés es un edificio para usos polivalentes, situado en un pequeño núcleo aislado de población, realizado para dar respuesta a las diversas actividades del vecindario.
Todo el proyecto está planteado en la línea de crear el mínimo impacto ambiental en una zona de alto valor natural, buscando crear un edificio que esté en total armonía con el entorno natural. La actuación se sitúa en una parcela de unos 9.000m2, de los cuales únicamente se ocupan unos 180m2, y se plantea a partir de tres elementos:

El primer elemento corresponde a dos muros y una plataforma de hormigón dejado visto, que sitúan el pequeño edificio en un entorno controlado y enmarcado en medio de una gran parcela vegetal y natural. Un elemento en forma de L, que conduce el usuario desde el vial hasta la entrada del local, y que permite el desarrollo de diferentes actividades al aire libre.

El segundo elemento corresponde al volumen principal de la edificación, se sitúa paralelo al desnivel del terreno, a una cota más baja respecto al vial, y se concibe como si se tratara de un plegamiento del terreno, en forma de L invertida. Este desarrollo se materializa con un muro de acero corten que se curva en cubierta, dando lugar a una cavidad interior que alberga la sala polivalente. El acero corten como un material natural, de tonos y textura terrosa.
Esta cavidad principal se orienta a sur, y todas las partes que deja abiertas el elemento de corten, se abren al exterior, mediante un conjunto de fachada formado por un cierre de madera natural, un porche exterior y un cierre de vidrio. Una fachada que se convierte en un elemento de transición entre el exterior y el interior, que controla las vistas desde el interior y da privacidad respecto al exterior. Y todo este cierre a sur permite la captación solar en invierno para calentar el local y la evita en verano gracias al voladizo del porche.

El tercer elemento es un anexo del volumen principal, y a nivel funcional también funciona como un anexo albergando los servicios del elemento principal. Se define como un volumen totalmente opaco, recubierto, en su totalidad, de piedra de “sènia” dejada a modo de sierra, como material natural, de la tierra, sin ningún tratamiento. También este volumen tiene en planta una forma de L.