Según nuestras observaciones, el individuo está tomando parte en la esfera pública al mismo tiempo que se encuentra físicamente en un ámbito privado. Lo mismo sucede de modo inverso, se comporta y actúa de forma privada en espacios públicos. Por todo ello, proponemos construir un paisaje que refleje esta forma de vivir de nuestra sociedad contemporánea. Esto significa que llevaremos más allá la cada vez más difusa línea de separación entre lo público y lo privado, dentro de un programa urbano y arquitectónico. Así pues, localizaremos funciones públicas dentro de la casa y acciones privadas en el campo urbano, situando indistintamente tanto en el plano horizontal como vertical para crear una malla de acontecimientos y capas superpuestos para la sociedad de las redes sociales.

Basándonos en la individualización, proponemos un tipo de vivienda que combina aspectos contemporáneos de la ciudad genérica con los usos cotidianos de la vivienda individual. Así pues empezamos a mirar y a programar la vivienda desde las funciones individuales hasta las públicas, yendo desde adentro hacia afuera, continuando la teoría de Josef Frank sobre una tipología de vivienda pluralista – no estandarizada-. Creamos entonces una variedad de plantas de vivienda capaces de contener formas de vida lo más diversas posible. De este modo construimos intencionadamente estructuras capaces de fomentar las interrelaciones entre individuos.

Para generar diversidad programática, mezclamos funciones públicas y privadas casi aleatoriamente y las disponemos según la teoría de la ciudad genérica, que dice que hay “grandes evidencias a favor y en contra de cada hipótesis” de un programa, y es precisamente esta inconsistencia la que produce riqueza en la Ciudad Genérica (Rem Koolhaas, Generic City). Por esto proponemos un campo de actividades y sensaciones a lo largo de la preexistente pista de aterrizaje de la Segunda Guerra Mundial y desarrollamos una red de funciones públicas que se mezclan con las viviendas. De esta forma crearemos una sociedad multi-capa como lo que sería un centro histórico de una ciudad pero desde un punto de vista contemporáneo.

Construcción Ecológica. La entendemos como generar una mayor calidad espacial en la vivienda y en el ciudad. También sentimos la necesidad de hacer edificios más económicos, desde el punto de vista del precio así como medioambientalmente. De esta forma preferimos optar por una mayor densidad para generar un modo de vida más sostenible en cuanto al uso de espacio. Más allá de nuestro modo de vida contemporáneo, o incluso de nuestra forma de vida en el futuro, creemos que tendremos que pensar primero en nuestra forma de vida en tanto en cuanto al uso de nuestros RECURSOS, en relación a nuestra creciente demanda de “más”. Mientras que la sociedad del “más yo” no quiera recortar su estado de confort, e incluso siga pidiendo todavía más, necesitaremos definir nuevas formas de uso energético, para facilitar una existencia sostenible. Para conseguir ese paisaje urbano propuesto mediante una construcción con cero emisiones de carbono, proponemos edificar con materiales sistemas constructivos probados en otros proyectos que así lo han conseguido, utilizando las tecnologías ecológicas como una herramienta técnica para disfrutar de un modo de vida sostenible.