Se plantea un Boulevard central como eje de ordenación del Proyecto, que crea un contraste entre las dependencias propias de un parque logístico y las necesidades diarias de los usuarios.  Se ofrece un espacio para el ocio y disfrute, un espacio que caracteriza la propuesta y la relaciona con su entorno más próximo.

El Boulevard se desarrolla en torno a un eje transversal donde se propone la zona más urbana de la propuesta: un bosque de aparcamiento en la zona de acceso al parque, un jardín ornamental formado por gran variedad de plantas aromáticas, de temporada, gramíneas y arbustivas, y un estanque junto al hito, imagen característica del parque.

Como telón de fondo, un pequeño mogote oculta las vías del tren, pero a su vez permite el acceso a su cota superior proporcionando una visión singular de toda la zona de la ribera del Ebro y los Montes de Sobrón.

Por otro lado, en sentido longitudinal el Boulevard genera una superficie verde con carácter menos urbano. Se juega con la topografía, dando volumen a la propuesta paisajística y ofreciendo una degradación vegetal, permitiendo por un lado, conducir el agua de escorrentía hacia el estanque, y al mismo tiempo favorecer zonas más boscosas en los puntos alejados del jardín urbano. La topografía, la vegetación y el drenaje dibujan las trazas del Boulevard.