Establecido el contexto, el proyecto se concibe partiendo de un prisma que se va horadando para generar los recorridos de acceso, así como lograr una correcta iluminación y ventilación, sin por ello comprometer la privacidad de los inquilinos. La pureza del volumen se traslada al empleo de materiales y colores, buscando una imagen elegante y sencilla que dote de identidad al diseño.

La funcionalidad se erige en principal protagonista del proyecto, con una distribución basada en espacios flexibles y abiertos que contribuyan a optimizar los espacios, girando en torno a la escalera lineal empotrada como elemento más simbólico de la vivienda. Un gesto sencillo destinado a vestir el interior, a la vez que se emplea el castillete superior para permitir que la luz penetre en este espacio y aporte una iluminación especial a los recorridos. De este modo, no sólo se potencia el efecto chimenea en verano, sino que además se maximiza el uso de la luz en una vivienda pareada de estas características. Además, este acceso a la cubierta transitable permite otorgar a la vivienda unas inmejorables vistas y un solarium natural.

En planta, la estructura se organiza en base a un núcleo de comunicaciones y aseos, que da servicio a un gran espacio diáfano que se compartimenta en planta alta conforme a las necesidades concretas del cliente.

Por último, se trabaja la topografía para que el patio trasero se convierta en una extensión natural del espacio de estar, potenciando las relaciones interior-exterior de esta vivienda, mientras que el espacio delantero se dedica al aparcamiento de vehículos y un acceso peatonal más agradable y atractivo.