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  • URBANISMO PANDILLERO


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La pandilla como forma urbana en la periferia parisina

El entendimiento de las condiciones que definen la periferia desde los cuerpos que la habitan, establece un campo de estudio que abarca construcciones socio-espaciales en torno a dos cuestiones: ‘lo que puede un cuerpo’: como revueltas, acciones criminales, o tráfico de drogas, y ´lo que siente un cuerpo’: sensaciones, identidades, eróticas o afectos. Este conjunto de situaciones disidentes y nociones inmateriales, convergen en la estructura socio-espacial de La Pandilla. La Pandilla o Banda se entiende como cuerpo múltiple en constante acción y mutación, considerándola una forma relacional imprescindible para comprender las dinámicas de la periferia.

La película francesa ‘La Haine’ ejercerá de caso de estudio teórico-práctico; analizando la espacialidad, estética y configuración de dichas pandillas a partir de una cartografía sensible con los cuerpos que habitan el entorno. Metodología que cuestiona los modos obsoletos, excesivamente racionales e institucionalidades de representación y entendimiento de la metrópolis. 

 

Si entendemos que las prácticas espaciales de la Pandilla son capaces de originar formas urbanas propias, surgirán cuestiones del tipo: ¿Qué es realmente una Pandilla? ¿Por qué es la espacialidad principal de la banlieue? ¿Cómo entiende el espacio de la ciudad? ¿Qué formas estéticas compone?

La pandilla es una multiplicidad donde cada individuo se ve reconocido –a diferencia de la masa, anónima en su particularidad-, y a pesar de estar con los demás, cada miembro se ocupa de lo suyo al mismo tiempo que participa en la banda; es la condición de la multiplicidad. Innumerables escenas de La Haine muestran cómo los tres protagonistas adquieren roles que reafirman sus posiciones individuales: fumar en la habitación, el boxeo, el tráfico de drogas o el sigiloso hurto.

También deberemos de reseñar su condición de inestabilidad, la pandilla es una constelación cambiante (Deleuze, 1988) en la que la estabilidad no es posible. La pandillase define por la pequeñez o restricción de número, la dispersión, las distancias variables, las desigualdades, la imposibilidad de una totalización o la variedad de direcciones (Deleuze, 1988). Esta lista de conceptos volátiles, dinámicos y de mínima escala definen las características de una nueva dimensión urbana. Dimensión que reconoce la disputa y el conflicto como condiciones urbanas donde la pandilla, –frente a ese conflicto contra los órganos de poder del Estado (Dell’Umbria, 2006)-, puede salir victoriosas debido a que su geometría está formada por mecanismos complejos en los que no vence el más fuerte, sino el que se capaz de anular poderes estables en favor de una red relacional mucho más voluble, invisible o inmanente (Deleuze, 1988).       

Las pandillas entienden el potencial del espacio urbano para la creación de eventos de geometrías inestables y variables, eventos como la revuelta, al crimen, la vigilancia activa o la simple diversión.  ¿Desde dónde entiende la pandilla el urbanismo? Desde la dupla ocupación y acción, comportamientos que en numerosas ocasiones se practican desde la ilegalidad.

Si mediante la ocupación las bandas buscan reafirmar su identidad, sentir pertenencia a un territorio físico, mediante sus acciones buscan la ‘difusión de prestigio’ para visibilizarse. ¿Cómo se visibilizan las acciones de la banda? Mediante el escándalo, pues el rechazo social no puede esperar reconocimiento social alguno si no es por medio del escándalo (Dell’Umbria, 2006). Si a finales de siglo XX Guy Debord nos remitía a una ‘Sociedad del espectáculo’ donde el objetivo era ser célebre, a comienzos del siglo XXI en la periferiaparisina esa fama se consigue mediante revueltas. Revueltas que además de visibilizar el estado de excepción de la banlieue, se convierten en una competición para evaluar quien crea el mayor estropicio. Cuanto más espectacular sea la acción, más posibilidades de aparecer en la televisión. Una de las prácticas habituales de los disturbios previos a la implosión de las redes sociales era la reunión frente al televisor para ver qué efectos de la revuelta habían sido grabados y qué zonas del barrio y miembros de la banda eran reconocibles en las tomas emitidas.  

Respecto a la revuelta que estalló en Clichy-Sous-Bois en Octubre de 2005, uno de los jóvenes participantes declaraba que:

‘Nos mola verlo arder todo por la tele. Yo casi nunca salgo de mi barrio si no es para ir a mi pueblo, en Argelia, pero con los chavales de Seine Saint-Denis nos comunicamos a través de la pantalla; todas las cadenas emitían imágenes, incluso las teles árabes vía satélite (…) Nos desafiamos a distancia’. Una distancia que converge en el telediario de las ocho (Dell’Umbria, 2006). 

 

Deleuze, Gilles. En medio de Spinoza. Buenos Aires: Cactus, 2008.

Dell’Umbria, Alessi. ¿Chusma?, ed. Pepitas de calabaza, 2006.

  • Premios y distinciones
  • _Artículo publicado en la revista MONU Nº27

    _Ponencia en el I CONGRESO INTERNACIONAL MIEU -Marginalidad Urbana y Efectos Institucionales-. Universidad Católica de Chile.

Urbanismo Pandillero

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