La propuesta parte de la zonificación de cultivos especificada por un Plan Especial que actualmente se tramita sobre la zona. En éste, se establecen grandes bloques: hortícolas, frutales…En base a esto, se han diseñado unos bancales, siguiendo el modo tradicional de domesticar el paisaje, cuyas trazas configuran dibujos como consecuencia de una total adaptación a la topografía existente mediante quiebros y fragmentaciones.

Así; se genera un recorrido orgánico, sinuoso, que  permite la posibilidad de jugar con el “factor sorpresa” del visitante, de tal manera que el paisaje no pueda aprehenderse de un sola visual, sino que deba recorrerse para entenderse en su totalidad.

El recorrido se complementa con “elementos puntuales” (esculturas, palmeras…) donde hacer pequeñas paradas para leer carteles descriptivos de los cultivos, descansar o  tomar fotografías.

Se establece una jerarquía de muros delimitadores: los principales y secundarios, que cuentan con distinta entidad en función de su posición (grosor, material, huecos…). La altura y disposición de los muros se establece de tal manera que sirvan como parapeto frente al viento y el asoleamiento.

Ya que el sur de la isla  está surcado en todas direcciones por un número elevado de canales, acequias y atarjeas, el recorrido estará acompañado del sonido del agua discurriendo por una atarjea  como una arteria que nutra de agua a los distintos bancales.

EL centro medioambienta o aula de intrepretación de la naturaleza, se ha diseñado con una volumetría compuesta de delicados volúmenes, que sin embargo posea una fuerte unidad y dé forma a una jerarquía de ideas concretas, donde se generan distintos espacios destinados a actividades de ocio, docente y culturales, con sus correspondientes espacios para la estancia y el disfrute en contacto con el entorno., utilizando estrategias de ahorro energético y protección del medio ambiente (orientación de huecos al Sur que permitan la captación de sol en invierno y sea fácilmente protegible en verano, un adecuado aislamiento térmico en paredes y cubierta, a lo cual, contribuye la piedra tosca que cuenta con una excelente inercia térmica, una correcta ventilación cruzada que permita disipar el exceso de humedad…)

No queríamos que las nuevas instalaciones  se reconocieran como un edificio, sino más bien como un accidente geográfico que  articulara las distintas plataformas de juego…

Esta volumetría audaz, de cuidadas proporciones y detalles, estableciendo una  discreta presencia en el paisaje, busca mimetizarse con el entorno; así se ha diseñado el cerramiento de estos cubos con piedra de tosca, dado que la aplicación de la tosca siempre fue prolífica en el sureste de Tenerife, y emulando los primeros “ensocados”, esos lugares óptimos para la pernoctación, que fueron utilizados una y otra vez hasta convertirse en referencia geográfica.

Las líneas limpias y los materiales utilizados  refuerzan el sentido del orden subyacente activando la  fuerza de su emplazamiento e intensificando la percepción del entorno.

La peculiar  topografía existente en el extremo noroeste de la finca, configura un extraordinario escenario natural, un “anfiteatro” donde desarrollar actividades y representaciones en un marco natural de singular belleza.