EL TEJO DE TODOS

Cuando me dispuse a reflexionar sobre qué podía constituir una capilla laica, los símbolos anteriores a cualquier religión afloraron a mi mente. En conexión con la propuesta urbana ganadora tan vegetal para los corredores verdes en Barcelona, la idea entonces estuvo clara.

Investigando, encontré el uso de la especie vegetal del Tejo como árbol sagrado y venerado por multitud de pueblos de diversa procedencia a lo largo de la historia. Es perfectamente comprensible la potencia que tiene esta especie debido a su gran longevidad, alcanzando en algunos ejemplares miles de años. La larga duración de su vida se compara con la trascendencia a la muerte, y son testigos del paso del tiempo y de los acontecimientos que les suceden a la comunidad donde se hallan. Su simbología crece aún más cuando descubrimos la toxicidad de todas sus partes excepto de su fruto, llamado en consecuencia por algunos el “Árbol de la Vida y la Muerte”. Me parecía entonces muy adecuado que un lugar de reflexión acerca de asuntos trascendentales como es una capilla, girara en torno a la plantación de un Tejo. El Tejo de Todos.