Memoria

Pequeñas señales en el paisaje, como agujas de luz diseminadas por el territorio, acogen un mundo vertical donde vivir de forma diferente. El ascenso no solo es importante, es su esencia; pequeñas estancias tubulares yuxtapuestas, una sobre la otra, hacen a la vez de espacio habitable y comunicación vertical.La escalera cobra importancia, se vive.

Una fina piel translúcida envuelve cada torre, como una gasa, que protege pero deja ver. Un lugar donde vivir, donde meditar, desde donde guiar, cuidar e iluminar a los caminantes perdidos, se hace extensible a cualquier entorno.

Habitar armilla

la estructura tubular perimetral de cada estancia,delimitada por las chapas que hacen de forjados, se compone de tuberias de acero inoxidable en desuso. Se reconvierten las entrañas de la ciudad en algo nuevo. Se dignifica algo que se creía de exigüo interés. Casi como en la ciudad sutil de Italo Calvino, Armilla, donde las tuberias eran el único resquicio de ciudad, creciendo en altura sin ningún otro elemento, se levantan en el territorio esbeltas torres permeables, llamadas a ser habitadas de forma vertical.