dEspacio. (“Una torre para volar”)
Pactemos las definiciones y dentro de este pacto, definamos Plataforma Petrolífera como un espacio inventado lejos de lo que consideramos espacio y puestos a pactar pactemos que el olor acre también lleva esencia de sal y por qué no pactamos que el aire cargado se desprenda de su carga y ya aligerado lo llamaremos brisa.
dEspacio no es un límite, es un nexo entre lo rápido y lo lento. El lugar, de los lugares, donde puedes morar y sentir la fuerza sinestésica de lo aparentemente antagónico. dEspacio es la asimilación conjunta interferida en un mismo acto perceptivo.
En dEspacio te vas desnudando, expones tus ropas como lienzo y dEspacio transita tu cuerpo.
Donde todo es horizonte, se proyecta una perpendicular…. al horizonte, un lugar donde sentir lo que nos rodea, aunque esté distante, lejos del cordón umbilical que nos sustenta. Recordad nuestro pacto inicial de Plataforma Petrolífera como espacio inventado, ¿o era espacio ficticio?, no lo recuerdo. En el seno vertical fluyen por las leyes de la dinámica de fluidos las reflexiones, más nocturnas que diurnas, en una jornada atemporal, en las noches convenidas por sindicalistas externos, en las que el sueño reparador del fatigoso día puede ser a las 15 horas del día laboral de 72. Un lugar de tensión entre la fuerza horizontal y la de la luz vertical, un lugar de conexión entre el cielo y la tierra. Un lugar trazado por la plomada que sustentan ciertas cometas, a las que despacio le vamos soltando hilo, desafiantes al riesgo de fallar en la estimación, provocando así los irreconciliables destinos del papel de seda y los plúmbicos deseos.