INERCIA NATURAL

Se propone un refugio en medio del bosque de San Lorenzo del Escorial. Ubicado a las afueras de Madrid, en un lugar donde lás rocas hicieron historia de la mano de Felipe II. Se dice que en estos montes él escogió una Roca, la mandó labrar y la convirtio en su observatorio para poder supervisar la construcción del monasterio que ordenó construir. Y ahora la conocemos como la silla de Felipe II.

A escasos minutos a pie, en estos frondoso montes, encontramos claros de luz a lo largo de una senda, que nos incitan a levantar la mirada y observar. En uno de estos claros, en la orilla de un camino nos encontramos una plaza que conduce a un patio, que parece ya privado, calido en invierno y fresco en las noches de verano y nos refugia y nos incita a tocar las rocas que lo forman y sentir la energia que estas captan.