arrow-circle-down arrow-circle-left arrow-circle-up arrow-down arrow-left arrow-line-right arrow-right arrow-up ballon close facebook filter glass lock menu phone play point q question search target twitter
X

PROPUESTA PARTICIPATIVA PARA EL LOGO DE LOS PRESUPUESTOS PARTICIPATIVOS DE SEVILLA.

La intención de identificar una imagen o logo con un proceso en marcha convergía con algunas de las ideas con la que se estaban trabajando, la necesidad de-nominación muda a procesos que hasta ahora se mostraban inmateriales, oscuros y de difícil aprehensión.

“... es el tiempo que se tarda, nada menos –dijo Qfwfq-, yo una vez al pasar hice un signo en un punto en el espacio, a propósito, para poder encontrarlo 200 millones de años después, cuando pasáramos por allí por la próxima vuelta. ¿Un signo cómo?”.Cosmicómicas. I. Calvino.

En Sevilla se ha puesto en marcha el proceso de los “presupuestos participativos” en los que el ciudadano podrá gestionar una parte del total del presupuesto anual del Ayuntamiento, que es básicamente parte del presupuesto destinado a centros cívicos, asociaciones de distritos, centros deportivos y algo de urbanismo. Los criterios de establecimiento de prioridades serán obviamente: urgencia, necesidades básicas no cubiertas, integración, solidaridad...

La convocatoria de un concurso para un logo era interesante para identificar, publicitar y mostrar este proceso, y que este concurso se hiciera “abierto” a todos los ciudadanos de Sevilla, lo entendimos como un paso adelante en la participación ciudadana del mismo. El concurso es parte de la motivación a los ciudadanos a tomar parte e intervenir en los procesos de decisión y propuesta.

Participar en el concurso del logotipo para los presupuestos participativos ha sido un primer acercamiento a este proceso, acercamiento que no proponía tan sólo estar en la generación de una “imagen” para esta iniciativa del Ayuntamiento sino también iniciar una vía de actuación.

La intención de identificar una imagen o logo con un proceso en marcha convergía con algunas de las ideas con la que se estaban trabajando, la necesidad de-nominación muda a procesos que hasta ahora se mostraban inmateriales, oscuros y de difícil aprehensión. Una comparación atractiva era: tal y como le ponemos nombres a las personas, pongámosles imágenes a los procesos!

En el acontecer diario tenemos incorporado un sistema de comunicación con el medio, a partir de iniciales, símbolos, logotipos, tipografías. Las identificamos con marcas, organismos, empresas ajenas al propio interlocutor que recibe estas señales. Lo innovador en el planteamiento del concurso es que parecía dar la oportunidad a elegir y apropiarse de una imagen: tras una preselección hecha por técnicos y expertos en comunicación cada logo se presentó en cada una de las asambleas ciudadanas y se sometió a votación hasta elegir uno de ellos por mayoría.

Esta imagen se diseñó para que si bien tuviera una impronta clara y comunicativa, fuera susceptible de ser incorporada por otras personas y colectivos. Esto se situaba justo en el límite de la eficacia del propio dispositivo, pero que lo hacía compatible a largo plazo con la apropiación e implicación de los ciudadanos en el proceso. Se trataba de generar un icono de bordes blandos.

Un signo es un trazo que singulariza el lugar, que lo hace propio, que lo hace causa y motivo de toda una acción....El signo, logo, se presenta como proceso de implicación: el logo lo traza alguien, en un punto, en un momento dado. Las tres coordenadas quien, donde y cuando definen la sintaxis de una frase que comunica y genera sentido.

La forma del logo (de la señal) en este relato no importa, es sólo generadora de sentido, es la esencia de la comunicación.

Tan sólo nos autoimpusimos la condición de que fuera grafitable, que pudiera ser dibujado manualmente por personas en lugares, tapias, farolas, portones, aceras, terrizos, etc...¿qué ocurre en una ciudad cuando alguien o algunos significan un lugar?

¿qué ocurre en un barrio donde se identifican los lugares donde cada uno puede intervenir y opinar?. ¿Qué conocimiento se genera cuando se pone de manifiesto que hay una red de lugares significados, donde la intervención, dados los cauces previstos, es posible....?

Se propone en el Área de Participación Ciudadana utilizar el logotipo de forma activa. Por una parte se utilizará como imagen corporativa de los documentos emitidos y de la campaña de difusión vinculada a los Presupuestos Participativos. Por otra se propone la siguiente acción:

Grafitar el logo (plantillarlo y grafitarlo) en distintas partes de la ciudad, sobre las veredas, medianeras, vallas, portones, etc...,

Proponemos una acción en tanto en cuanto se une a un trabajo conjunto de motivación a la participación y en la búsqueda de formas de implicación del ciudadano en determinadas decisiones de su entorno.

Así, participar de la identificación de lugares donde se vuelquen parte de los presupuestos es ya una forma de “apropiación colectiva” de los resultados del mismo.

El logo será dibujado en lugares en los que la gente localice que puede intervenir y visualice sobre qué cosas se materializarían los presupuestos....

Ideas como grafitar el logo (con plantillas, por ejemplo) sobre las calles de terrizo, si una de las prioridades de la participación ciudadana está en reurbanizarla o generar un espacio público en ella, identifican los efectos con sus causas, esto es, la acción en ello es fruto de la participación activa de personas, ciudadanos, en la transformación de su medio, a escalas locales e interbarriales.

Se propone la acción, para realizarla colectivamente –si fuera posible- y generar a la vez una forma de motivación que  incite esa participación ciudadana.

Al final, la imagen del logo ( al igual que en  “Un signo en el Espacio”) no es tan importante, será tan sólo un icono, cuya imagen no importa más, genera sentido, sentido que cataliza e inicia un proceso.

Es inevitable vincular estas acciones a la arquitectura, entendiendo este campo como disciplina que promueve y desarrolla procesos. La arquitectura, en la medida en que genera también sentido y significado a grandes o pequeñas escalas, singulariza lugares y sus habitantes. Por ello la forma de participación en la acción “logosíntesis” de la ciudad, es una forma de participación “simbólica” en  el sentido más riguroso del símbolo.

La arquitectura que trabaja además con estos valores, trabaja con claves como que entre la función y el símbolo siempre existe un significado que le da sentido a la acción.... es ahí donde esta propuesta se quiere ubicar.

Esto forma parte de un proyecto donde distintas acciones-intervenciones generen nuevas lecturas sobre el presente de nuestras ciudades y genere una inercia de identificación-participación real de los ciudadanos con su medio.

Son interesantes y necesaria aquellas arquitecturas que hacen posible y que manifiestan la “ciudad inteligente", o sea, me interesan aquellos procesos que permiten estimular, ampliar e integrar los valores de la ciudad y de sus ciudadanos colectivamente.

Porque necesariamente existen otras formas de producción contemporáneas, de acercamientos y de acción que trabajen con valores tradicionalmente conceptualizados desde la arquitectura (como son el espacio urbano, el espacio doméstico, los espacios equipados). Al igual que hiciera entonces esta disciplina, las acciones donde se implique al ciudadano deben contemplar la construcción de imaginarios colectivos y de lugares deseados.

Porque entendemos que la arquitectura así entendida aún puede producir nuevo conocimiento sobre el presente y generar nuevas emociones (como otras formas artísticas verdaderamente contemporáneas ya han demostrado ampliamente) de cara la participación y transformación del mundo en el que habitamos.

Porque arquitectura hoy en día es también hacer un signo en el espacio (2), trazar una señal. Son formas de re-informar un espacio, de añadirle un valor que, en este caso, llame a la participación: arquitecturas no de interactividad, sino de interacción.

En este caso, la arquitectura existente o la creada para la ocasión, será soporte de este signo (logo) que identifique la inmaterialidad de los presupuestos y de sus inversiones con los espacios o lugares de intervención.

La propuesta consiste en trazar colectivamente un mapa que desvele una red de puntos más o menos interconectados donde se materialice de la participación.

Acciones como estas, si se formulan bien, constituyen fuertes referencias que penetran profundamente en los procesos de implicación de la gente con su medio.  Algunos artistas locales, que trabajaron durante algún tiempo con algunas comunidades barriales, proponían inscribir el resultado de sus reflexiones-acciones como parte de la producción simbólica de algunos escenarios urbanos.  Algunos estudiaron los imaginarios con los que las gentes construyen y se apropian de determinados espacios de su entorno. Cómo lo recuerdan hoy y cómo lo desean para mañana.

Entre las muchas conclusiones de estos trabajos, se llegó a la siguiente tesis: la información y la comunicación generan un sistema de producción de identidad traslacional, desterritorializado, de producción y difusión que debe ser apropiable por el ciudadano.

Galería realización

Participaciones en arquia / próxima

III Edición 2010-2011