La vivienda objeto de la reforma se localiza en el pirineo francés, concretamente en Cauterets, dentro del departamento de Hautes-Pyrénées. Ubicada en un edificio residencial plurifamiliar de baja altura, la vivienda se organiza en dos plantas: planta baja y semi-sótano.

La ocupación principal se produce durante los meses de invierno cuando la temporada de esquí tiene lugar. De esta manera, una de las prioridades a la hora de formular la renovación era la de dotar a la vivienda de los suficientes espacios de almacenamiento que la activad invernal requiere y al mismo tiempo, conseguir una distribución de espacios flexible y adaptable a las diferentes agrupaciones de usuarios que se suceden en esta época.

La intervención en planta baja pasa por la reubicación del acceso principal de la vivienda, aprovechando para ello una antigua puerta que conecta directamente el portal con el salón-comedor. Esta nueva situación permite liberar el espacio suficiente en la zona de cocina, donde anteriormente se localizaba el acceso. La posición ya establecida del hueco de escalera condiciona la distribución de espacios en el salón-comedor.

En planta semi-sótano, la intervención está condicionada por la presencia de un único hueco a fachada. Se plantea una distribución que haga frente a las diferentes situaciones de ocupación que se puedan generar. Para ello se emplean paredes móviles, formadas por puertas correderas que posibilitan la compartimentación de la estancia durante la noche, mientras que durante el día, ésta se transforma en un único espacio con iluminación y ventilación natural.

La pared medianera se forra con un panelado de madera de arce que recorre las dos plantas de la vivienda. Tanto la cocina como el resto de muebles y puertas correderas también se realizan con este material. En planta baja se recupera la tarima original de la vivienda y el la semi-sótano se cubre la solera con un acabado continuo de sisal.