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  • ALCALDE, DAME UNA PÉRGOLA, ALCALDE

    CÁDIZ
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+Urbana +Humana

CONCURSO INTERNACIONAL DE IDEAS SOBRE UN ENTORNO URBANO CON PERSPECTIVA DE GENERO

1. Una barriada al margen de Tarifa

 La barriada Virgen del Sol constituye una amplia actuación de viviendas sociales construida al norte del casco urbano de Tarifa en la década de los 60 por la extinta Obra Sindical como contundente respuesta al incremento demográfico de la sociedad del momento.

En aras de la exclusiva zonificación residencial moderna se sacrificó la cohabitación de otros usos complementarios, económicos o culturales, que elevaran la oferta y la riqueza urbana del sector; motivo por el cual la omnipresente actividad turística que impregna cualquier m2 de Tarifa no encuentra resquicio de acomodo reseñable en esta barriada. La única repercusión del sostén de la economía de Tarifa en la barriada Virgen del Sol es la contemplación, ya que el sector urbano presenta fachada a la travesía urbana de la antigua carretera N-340, del paso de los vehículos hacia otras áreas de la ciudad al más puro estilo Bienvenido Míster Marshall.

Esa entrega del campo a la ciudad se llevó a cabo desde el terreno proyectual de manera jerarquizada mediante la disposición entre ambos ámbitos de un espacio libre de transición: un espacio libre inhabitable a día de hoy.

2. Un espacio libre inhabitable

 A pesar de su privilegiada posición, el espacio vacío, en la acepción más desoladora del término, con que la Barriada Virgen del Sol y, por extensión, la ciudad amortigua el contacto entre su seguro espacio reglado-planificado y el salvaje espacio indómito-arbitrario que determina la naturaleza adyacente no pasa de ser un terrain vague, monumento al desaprovechamiento urbano y testimonio urbanístico de la incapacidad de articular sinérgicamente el encuentro entre los dos ámbitos que separa.

 Analizándolo como estricto objeto de diseño autista, puede detectarse que balbucea tímidamente una cierta preocupación formal en su geometría, sin embargo la nula, o deficiente en el mejor de los casos, dotación urbana que presenta, arbolado, mobiliario urbano, etc. lo desautoriza como elemento convocante de ciudadanía.

 Esta ausencia de habitabilidad y la carencia de actividad urbana a ella asociada son la causa de un deficitario estado de conservación que sintetiza a nivel urbanístico toda la precariedad y fragilidad de la barriada en que se engloba.

 Configurando un espacio disfuncionalizado en busca de autor que lo dote con el argumento que nunca tuvo, oportunidad donde concretar y contextualizar la recualificación sobre las que recae la responsabilidad de garantizar y reivindicar su centralidad periférica, y evitar con ello procesos de exclusión de población y actividades en las áreas centrales de la ciudad.

 Por tanto, el pleno desarrollo de la heterogeneidad de identidades de los habitantes de la barriada Virgen del Sol en condiciones de igualdad personal en este espacio libre inhabitable requiere del desarrollo en él de un proceso de configuración dotacional que le permita erigirse en nodo de convergencia de las diversas realidades.

 Mucho tendrá que decir en este proceso regenerador el único elemento que se resiste a abandonar el espacio: una terca arquitectura moderna de carácter escultórico que viene arrojando su inquietante sombra perforada día a día pese a su permanente mala salud de hierro.

3. Una arquitectura moderna con mala salud de hierro

 La arquitectura que estoicamente preside el solemne vacio urbano de la barriada Virgen del Sol en su extremo oriental constituye una de las escasas muestras con que el acervo arquitectónico de la modernidad cuenta en la ciudad de Tarifa.

 Se trata de un elemento de tipo hidráulico, un depósito de agua, construido por Rafael Arévalo Camacho y Luis Marín de Terán como complemento a la uniforme oferta residencial de la barriada, y ejecutado al mismo tiempo que ésta según los estrictos y rigurosos cánones del brutalismo.

 Conformado espacialmente por la combinación de dos volúmenes puros de hormigón armado, una torre-conducto cuadrada y un depósito de planta única rectangular, cuya imagen, no obstante su desnudez material y el empleo de tan grávido elemento constructivo, es de ligereza; gracias a la esbeltez y al vacío interior de la torre.

 Sin embargo este singular patrimonio arquitectónico de Tarifa, catalogado dentro del Registro de Patrimonio Inmueble de Andalucía y reconocido por el Archivo de Arquitectura Moderna y Contemporánea del Colegio Oficial de Arquitectos de Cádiz, no es profeta en su tierra. Pese a su fuerte presencia iconográfica, que trasciende los límites perceptivos del vacío en que se enclava para formar parte del medio ambiente edificado de la ciudad, visible a grandes distancias obra y gracias de los fuertes desniveles orográficos que determinan el asentamiento urbano de Tarifa, no forma parte del imaginario colectivo de la población; quedando social y culturalmente desautorizado.

 Tampoco parece ser muy comprendido y admirado por las administraciones públicas a juzgar por su decadente estado de conservación, el cual abandera a ojos de sus conciudadanos la degradación del entorno que habita.

 No obstante sus lamentables características sociales, culturales o de conservación, el elemento desprende dos grandes cualidades innatas y potenciales, una física y otra intangible.

La primera de ellas refiere a su imponente e incontestable presencia volumétrica y material desde su posición en el espacio libre, la cual lo consagra como pauta legible de orden.

La segunda refiere a su sombra aligerada recorriendo con parsimonia y solemnidad el vacio urbano como si de un reloj de sol se tratara.

 Dos sólidos argumentos a través de los cuales esta arquitectura debe liderar y sustentar un proceso de transformación de la marginalidad que actualmente abandera en excelencia. Para ello es preciso que predique con el ejemplo metamorfoseando en episodio urbano de mayor energía, de modo que construya ante sus conciudadanos una percepción más inteligente, integradora, estimulante, pedagógica y relevante según una intervención que modifique el ciclo de vida del espacio urbano.

4. Alcalde dame una pérgola, alcalde

 Se responde al desesperado grito de redención de las mermadas condiciones de habitabilidad urbanística de la barriada Virgen del Sol proponiendo la instalación en su principal espacio libre inhabitable de una segunda arquitectura, sutil, tectónica, liviana, sobre la prexistente arquitectura, firme, ciclópea y grávida.

 Para ello se construye un elemento generador de sombra, una pérgola, modulado en tantas unidades básicas-mínimas de sombra independiente como se desee, anclada al depósito de agua en el cuerpo bajo de su volumen, pero permitiendo que éste pueda registrarse mediante la delimitación de un pasaje.

 Anclamos así no solo las dos arquitecturas intervinientes si no las sombras arrojadas a la plaza por ambas. Ambas sombras de la mano.

 Hemos hecho compartir a la arquitectura preexistente su grávido basamento con la segunda arquitectura, hacemos ahora compartir a esta con la primera el material constituyente de su etérea cubierta: los paneles de policarbonato celular de tonalidad cielo. Con ellos cubrimos cada uno de los huecos de cada una de las cuatro caras de la torre del depósito.

 Durante las horas de luz solar estos paneles se funden con el cielo en los días nublados y provocan reverberantes y acentuadas sombras cambiantes en los días soleados con las cuales conseguimos dotar al espacio libre de la habitabilidad necesaria para ser apropiado y conquistado por parte de los ciudadanos sin distinción de género ni clase social.

 Durante las horas nocturnas, gracias a la iluminación artificial con que se dotan a las dos arquitecturas, estas emiten una misma luz difusa que subraya su simbiosis y que en el caso de la torre, gracias a su visualización desde gran parte de la ciudad, permite su balizamiento como luminaria gigante allende su entorno.

 Hemos obtenido así un híbrido artefacto arquitectónico cuyo carácter es el resultado de la acción y la interacción de factores naturales, luz, sombra, y factores humanos, expresados éstos a través de la libre aparición de acontecimientos que las arquitecturas estimulan e implementan sobre el espacio y allende sus estrictos límites físicos.

Participaciones en arquia / próxima

IV Edición 2012-2013