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  • Ceci n´est pas un éléphant

    MADRID
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Actualización y revitalización del espacio del vestíbulo del Ateneo de Madrid

“Siempre acabamos llegando a donde nos esperan”. José Saramago

 

Nunca la representación de la vida es lo mismo que la vida. Ni los datos son los hechos, ni los mapas, el paisaje, la ciudad, la propia tierra. Decimos mientras mostramos la foto de un elefante que eso es un elefante, pero sin mentir no decimos la verdad.

 

Necesitamos de datos, de mapas, de imágenes. Requerimos referencias para definir lo que somos, para delimitar lo que nos falta… Avanzamos con frecuencia en plena oscuridad pero solo nos damos cuenta de la ausencia cuando por fin lo oculto se ilumina y de nuevo ponemos forma a la cosa.

 

¿Cuanto nos queda entonces por recorrer, por nombrar, tal vez –y sobre todo–por sentir? Hay veces que decimos: la vida me pertenece. O ¿no será que somos cada cual quienes pertenecemos a la vida?

 

Frente a la forma, proponemos un vestíbulo para el Ateneo donde lo importante es, además, el contenido: un objeto/lugar que aúna dos mundos hasta ahora excluyentes o no contemplados (o era representativo o era simbólico); pero no, ahora el acceso al vestíbulo son las dos cosas. Una propuesta que es capaz de hacer una nueva lectura del espacio, creando un nuevo orden basado en la colocación de un elemento gigante fuera de contexto situado el centro.

 

No es una idea estúpida. Es una propuesta que reivindica la presencia del Ateneo en la ciudad de Madrid. Lejos de aquellas arquitecturas de edificios públicos históricos de espacios solemnes, monumentales, intocables y no vividos que el S.XX nos ofrecía; estamos en la época de la yuxtaposición, de lo próximo y de lo lejano, de lo uno al lado de lo otro. Estamos en un momento en
el que el mundo se experimenta menos como una gran vida que se desarrolla a través del tiempo, que como una red que une puntos y se entreteje. Hoy más que nunca, en el comienzo del S.XXI debemos e incluso tenemos la obligación de ser más que arquitectos, políticos y pensar en lugares, ambientes donde se
establecen relaciones y espacios comunes donde es posible poder llegar a ser otro o al menos, ponerse en su piel: ser anciano, gay, mujer o negro.

 

Nuestro elefante se constituye como otra realidad, disparatada aparentemente, que se mueve entre dos polos, el real y el de la ilusión; a pesar de fuerte dosis de irrealidad y surrealismo, es absolutamente actual: un espacio del S.XXI que construye un lugar dentro de otro lugar y además le da identidad. Todo es una gran ilusión. O no. Lo invisible es sólo un estado de insuficiente percepción de lo visible. Un elefante gigante de alambre rosa casi transparente ha llegado vestíbulo del Ateneo; es precisamente a través de este objeto/lugar con el que se constituye el juego más alucinante de lo aparentemente imposible: binomios de condiciones espaciales opuestas como interior/exterior, natural/artificial, confinado/diáfano, alto/bajo, oscuro/claro, concreto/abstracto y es esta precisamente su condición a la vez su esencia.

  • Premios y distinciones
  • 2º Premio Concurso Internacional ENTER ATENEO Vestíbulo del Ateneo de Madrid.

Ceci n´est pas un éléphant

Participaciones en arquia / próxima

VI Edición 2016-2017