Intervenir sobre lo construido es siempre un ejercicio de reflexión y duda que acentúa o niega lo ya asentado. Hacerlo a las puertas del Instituto Vasco de Arquitectura es una obligación de proponer, preguntando y preguntándose, de qué va esto de la arquitectura.
AZAB propone un amueblamiento que evita ser y construir ,en un espacio ya demasiado construido, acentuando el significado de lo arquitectónico como mediación y relación entre partes. La intervención objetual vuela a caballo entre la extrañeza e inmediatez de lo encontrado y la singularidad de lo ad hoc, a través de la instalación de dos grandes telones, que construidos de retales de toldos de camión, rasgan el espacio sobre-articulado, acelerándolo con su tensionada posición y relación cromática. Este encintado acelerador es estancia y recorrido, espacio y tiempo que estira al máximo la idea de limite hasta su mínima expresión como línea blanda y permutable en el espacio.
En definitiva, una objetología que desde su condición ajena y dada ,como colección de piezas producidas industrialmente, se transforma través de precisas acciones, en un conjunto significante que construye nuevas relaciones con lo dado. En una propuesta por construir un relato paradójico de lo complejo, en el que la arquitectura se presenta como lo intermedio, entre la función y el sueño, entre cultura e industria,… entre lo dulzón y lo crudo