Se encuentran ubicadas en una urbanización de nueva generación separada del centro de la ciudad, donde se ha tenido oportunidad de plantear desde cero y con racionalidad las distintas tramas urbanas que componen las ciudades, resolviendo la relación y convivencia entre vehículos, ciudadanos, equipamientos, viviendas y zonas verdes.
El proyecto consta de dos viviendas unifamiliares de volúmenes puros e independientes orientadas a sur, solamente unidas por un tercer cuerpo que alberga los garajes y que las fusiona en un solo conjunto arquitectónico.
Formalmente se ha buscado la esencia en el diseño. Un plano de color blanco se va doblando para envolver a los distintos espacios, regulando estratégicamente la luz natural para lograr su óptima eficiencia energética y para convertirla en la verdadera protagonista en su interior, permitiendo crear un ambiente acogedor y agradable donde vivir. A su vez, ese plano proteje las terrazas del viento predominante de la zona consiguiendo alargar en un 30% las temporadas de estancia y disfrute del exterior y jardín.
Programáticamente, los espacios se desarrollan en planta baja (zona de día) y planta piso (zona de noche). En la planta baja, un claro eje de entrada ofrece una perspectiva de la vivienda y jardín que conducen al visitante a una gran terraza que fusiona interior y exterior, aumentando visualmente y el uso del salón comedor. Una escalera conduce a la planta superior para desembarcar en el distribuidor que permite el acceso a las cuatro habitaciones.