arrow-circle-down arrow-circle-left arrow-circle-up arrow-down arrow-left arrow-line-right arrow-right arrow-up ballon close facebook filter glass lock menu phone play point q question search target twitter
X

Concurso de ideas Centro Cívico Ajerquía Norte de Córdoba

Necesitamos menos edificios programados, menos edificios funcionales.
Necesitamos lugares.
Espacios programables, edificios capaces de atraer gente y sus actividades y servir a distintos propósitos según sean requeridos.

Hagamos evolucionar los edificios funcionales hacia edificios usables.

Proyectamos este entorno. Proyectamos un lugar público, tecnológicamente avanzado, ecológicamente consciente y socialmente activo.
Las lógicas constructivas y morfológicas de los centros históricos tradicionales de Andalucía nos remiten a manzanas de cierto tamaño, limitadas por su propia génesis constructiva y formal de pequeñas crujías y espacios compactos alrededor de nuestros necesarios patios a edificios altamente compartimentados, ideales para la vivienda y actividades menores pero poco adecuados para actividades sociales…
Trabajamos desde esta consideración del tamaño de las cosas y desde el descubrimiento de este corazón de manzana, tímido y oculto.

Proponemos la creación de un soporte para nuevas actividades.

Un corazón para el barrio, un edifico discreto y callado en el interior de la manzana que es capaz de abrirse y mutar respondiendo a las demandas de sus usuarios.
El proyecto es público y es espacio. Espacios indeterminados, pero totalmente controlables por el personal del edificio, permiten que sucedan una infinidad de actividades.

El proyecto pretende convertirse en el nodo de la vida social del barrio y de su entorno, convirtiéndose en un poderoso atractor de personas y actividades.
Conectándose de una forma intencionadamente abierta con la Plaza de San Agustín.

Dotamos al barrio y a sus habitantes de una herramienta para usarla como ellos quieran.

Un sitio donde socializar a cualquier nivel y en el que las actividades que se desarrollen no perturbarán la tranquilidad del entorno, si los usuarios no quieren.
Frente a la compacidad a la que nos obligaría seguir estrictamente el programa propuesto, optamos por minimizar la demanda de espacio, confiando en que los solapes entre ámbitos permitan suplir esa carencia.
Creemos firmemente en que esta licencia, al permitirnos dotar al edificio de un nuevo interior, un espacio de actividad al aire libre que complementa perfectamente el uso de biblioteca o de actividades lúdicas, está perfectamente justificada.

La construcción material del proyecto nace desde una línea híbrida entre contemporaneidad, tradición y patrimonio.

Los dos inmuebles originales de la finca permanecen prácticamente intactos, realizando en ellos únicamente una labor de limpieza y adecentamiento y aprovechando sus cualidades espaciales para albergar las “cabeza” del programa solicitado. Las oficinas de la Administración, con un necesario carácter público y un funcionamiento estable se alojarán en ellos.
La línea contemporánea aparece en el edificio a través del uso de los materiales para la nueva intervención Trabajamos con una doble piel, incorporando conceptos bioclimáticos de ventilación cruzada, fachadas ventiladas, alto albedo y reflexión solar.

Un edificio que a través de sus reflejos y de sus transparencias será capaz de desaparecer en el interior de esta manzana o incluso de hacer que el barrio se mire a si mismo en los reflejos de sus superficies onduladas.

Ser conscientes de nuestro entorno, de nuestra cultura y de los valores que la tradición implica nos permite trabajar con la vida del barrio. El barrio nos remite a los toldos, al blanco de los tendederos con las coladas, al viento ondeando en las sábanas y a la frescura de nuestra tierra. Usamos una envolvente exterior de lonas blancas, preparadas para resistir la intemperie y para generar, en las épocas de verano, una cámara de penumbra y frescor entre el calor del estío y la piel de los nuevos edificios. La capacidad topológica del proyecto vuelve a aprovecharse de los sistemas textiles.
En el interior volvemos a usar las lonas blancas para proteger, envolver y albergar.

Optamos por minimizar la compartimentación interior de la ampliación, convencidos de que sistemas flexibles de organización, basados en mamparas ligeras y en textiles de alta densidad, aumentarán la capacidad del proyecto de ser alojamiento.

Creemos en un edifico que deje de ser funcional para servir a sus habitantes permitiendo que estos lo usen como deseen.

Galería realización

Participaciones en arquia / próxima

IV Edición 2012-2013
III Edición 2010-2011
II Edición 2008-2009