El Recinto Ferial se ubica en un solar colindante con el río Jalón en el que hay otros usos además del expositivo: posee una zona destinada a albergar las futuras Ferias de Atracciones, el Recinto Ferial de Exposiciones vinculado al futuro Pabellón Ferial de la ciudad, un aparcamiento de vehículos y autobuses, y un Parque fluvial en la ribera del Jalón.
La estrategia proyectual ha consistido en actuar en el conjunto de manera unitaria y como si de un Parque urbano se tratara, para poder utilizarlo como tal en los momentos en los que no haya actividades feriales y posibilitando a la ciudad su aprovechamiento a lo largo de todo el año.
Se ha ordenado el Recinto mediante una trama de corredores adoquinados para el tránsito peatonal. A ambos lados de estos senderos se disponen los diferentes usos: parcelas de grava para las ferias de atracciones, aparcamientos ecológicos, el recinto ferial, etc.
La zona destinada a ferias de atracciones está ordenada por los armarios que albergan los cuadros eléctricos necesarios para el funcionamiento de las mismas. Estos armarios se revisten con tablero tipo Prodema y se convierten en hitos que ordenan y caracterizan el parque. En torno a ellos aparecen zonas de estancia, que incluyen bancos de hormigón con tarima de madera y un pequeño jardín con un grupo de árboles de hoja perenne. Los armarios incorporan una luminaria integrada en su volumen que los convierte en hitos nocturnos.
Junto a cada armario aparece una pasarela de tarima de madera, perpendicular a los corredores adoquinados y que los comunica.
El Pabellón Ferial se sitúa en el centro de la ordenación, actuando como elemento que organiza y articula todas las zonas.
La flexibilidad es la principal premisa del pabellón, y por ello se plantea una estructura porticada de grandes luces, que genera en su interior un espacio diáfano óptimo como pabellón multiusos.
El edificio tiene un esquema estructural muy claro: unas pantallas de hormigón pareadas sustentan las cerchas principales de la cubierta. Sobre estas cerchas se disponen los lucernarios, que introducen luz natural en el pabellón y modulan el espacio interior.
La estructura de la cubierta se reviste con un falso techo de paneles de fibra de madera y se trata como un gran cajón técnico, por el que discurren todas las instalaciones.
De esta cubierta cuelgan todas las fachadas del pabellón, lo que permite que exteriormente aparezca como un volumen metálico suspendido en el aire.
La permeabilidad visual de la planta baja, toda de vidrio, es absoluta, aunque las texturas del mismo, U-glass o vidrio normal, se matizan según el lado sea lateral o frontal.
No hay comentarios ni valoraciones para este producto.
¡Sé el primero en comentar y valorar!