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Mercado de la Puerta de la Carne

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<mods xmlns:doc="http://www.lyncode.com/xoai" xmlns:xsi="http://www.w3.org/2001/XMLSchema-instance" xmlns="http://www.openarchives.org/OAI/2.0/"> <titleInfo> <title>Mercado de la Puerta de la Carne</title> </titleInfo> <name type="personal"> <namePart>Lupiáñez Gely, Gabriel</namePart> <role> <roleTerm authority="marcrelator" type="text">Author</roleTerm> </role> </name> <name type="personal"> <namePart>Gómez Millán, Aurelio</namePart> <role> <roleTerm authority="marcrelator" type="text">Author</roleTerm> </role> </name> <abstract displayLabel="Abstract">Extramuros de la ciudad histórica, junto al antiguo arrabal de San Bernardo y la estación de ferrocarril de Cádiz, se construye el Mercado Municipal de Abastos Puerta de la Carne. El Mercado es uno de los más tempranos proyectos de la arquitectura racionalista en España, junto al Roncón de Goya de Zaragoza y la estación de petróleos de Porto Pí en Madrid. Tiene además carácter pionero en Sevilla junto al edificio de Auto Ibérica de calle Sierpes, y es resultado de un concurso convocado para su construcción por el Ayuntamiento, ganado por Gabriel Lupiáñez y Antonio Gómez Millán. Se trata de un zócalo de planta irregular de dos alturas y una tercera retranqueada, que en el frente hacia la calle Demetrio de los Ríos se transforma en volumen exento que localiza la fachada. La descomposición del zócalo da pie a que el edificio establezca una adecuada relación escalar con los edificios de su entorno, si bien, la excesiva proximidad a la fachada principal del Puente de San Bernardo, construido poco antes, quita presencia al mercado, restando la posibilidad de centralidad que un equipamiento público de esta naturaleza genera, y dificultando al mismo tiempo las tareas de abastecimiento de mercancías. Sobre este zócalo surge la cubierta a dos aguas, de planta rectangular, construida sobre cuatro arcos de hormigón armado. Este sistema estructural tiene un papel característico en la formalización del espacio interior. Al confiar en las capacidades resistentes y técnicas del hormigón armado, libera la planta que queda diáfana para la distribución de los distintos cuarteles y calles interiores. Mientras tanto, el edificio perimetral absorbe el programa funcional que precisa una compartimentación estanca recorriéndose en su interior con galerías continuas que refuerzan visualmente la descomposición estructural del recinto. La cubierta que sostienen los cuatro arcos, elevada respecto al zócalo, deja pasar la luz en su perímetro a través de huecos de generosas dimensiones. Al no ejecutarse mediante faldones continuos, sino mediante riostras escalonadas de hormigón armado, la luz pasa entre ellas convirtiendo la cubierta en una más liviana celosía. Los frontones que quedan definidos por esta cubierta a sur y norte se caracterizan por la presencia de un gran lucernario, de directriz curva, que por la presencia de dos parteluces intermedios recuerda a los huecos termales de la arquitectura romana. El proyecto apuesta por una expresión racional y moderna en la disposición de los volúmenes y el trazado de los huecos, sin quedar mediatizada por los lenguajes historicistas que a través del regionalismo representaban las tendencias arquitectónicas de este lugar en ese momento. El programa original del proyecto presentado al concurso del mercado constaba de 128 puestos. El programa definitivo del proyecto consta de un total de 125 puestos, repartidos entre 26 perimetrales y 99 centrales. Además del programa principal del mercado se incluyeron aseos en planta baja y una vivienda en planta segunda. Las reformas que se produjeron en el edificio afectaron inicialmente a la superficie comercial, con la sustitución de las divisiones verticales de madera de los puestos de verduras en 1935 por dificultades para el baldeo. Posteriormente, la necesidad de espacio administrativo llevó a la construcción en 1936 de unas no muy acertadas oficinas municipales según proyecto de Juan Talavera y Heredia, que desdibujan la línea de cornisa definida por la coronación del zócalo en su segunda planta. El edificio se encuentra cerrado y sin uso desde 1999, además de haber sido vandalizado, lo que ha producido un deterioro continuado debido a la falta de mantenimiento. Actualmente, se localizan problemas estructurales puntuales, revestimientos de fachada en mal estado, humedades y pérdida de los vidrios de las ventanas exteriores. El edificio requiere una urgente intervención, y aunque esté previsto destinarlo a sede del Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla (ICAS), su futuro es incierto. Datos Históricos Los movimientos precursores de las vanguardias modernas que se produjeron en la arquitectura europea a partir de la segunda década del SXX no se dieron en Sevilla por la resistencia a asumir sus preceptos por parte de la sociedad. Esto motivó que la arquitectura no dio el salto hacia la debida modernización que la hubiera equiparado a otras ciudades españolas y extranjeras. La apuesta sevillana fue por una arquitectura basada en técnicas constructivas más tradicionales, con la consolidación de sus aspectos formalmente más conservadores, lo que dificultó la puesta en escena de los ideales de la arquitectura moderna y sus teorías, que fueron puntualmente consideradas como destructoras de los valores y los ambientes tradicionales. En este contexto, tanto desde el punto de vista geográfico, como cultural y político, la ciudad se sitúa en una posición periférica al no disponer de los medios adecuados para el progreso. Las instituciones intentaron impedir continuamente el desarrollo de otras arquitecturas que no fuesen el regionalismo sevillano. La estricta aplicación a la arquitectura sevillana del término "racionalista" daría como resultado una selección escasa. Podríamos considerar al Mercado de la Puerta de la Carne como una de estas contadas muestras de arquitectura racionalista. La construcción del Mercado de la Carne respondió a la necesidad de dar solución desde la municipalidad al déficit numérico y las condiciones de falta de higiene y accesibilidad de los mercados de abastos existentes. La elección de su emplazamiento periférico respondió a un estudio desarrollado a nivel municipal, consecuencia del cual se propuso la construcción de nuevos mercados como soporte del abastecimiento comercial de diferentes barrios: Borbolla, Nervión, Santa Cruz, San Nicolás,¿ El proyecto del Mercado de la Carne pretendió dar respuesta a lo que se buscaba desde mediados del siglo SXIX, una nueva arquitectura para una nueva sociedad industrial, que sirva para solucionar problemas tecnológicos, higiénicos¿ En Sevilla, el lenguaje historicista convivió con una arquitectura tendente a la abstracción, formalmente pura y plásticamente transparente, resuelta de manera pulcra, técnicamente avanzada, sin ornamentos ni añadidos innecesarios. Según cita del concurso: "Deberá proyectarse de modo que ofreciendo un aspecto decoroso, cual corresponde a un edificio público, sea diáfano y sencillo, con lo que podrá resultar de menos costo" Gabriel Lupiáñez Gely proyectó junto a Aurelio Gómez Millán el mercado Puerta de la Carne en diciembre de 1926, realizándose el edificio entre 1927 y 1929. Un proyecto tan marcadamente racionalista se abre paso en una ciudad en plena efervescencia del regionalismo predominante en torno a la Exposición Iberoamerica de 1929. Tras su finalización en 1929, el 17 de Febrero de 1930 la obra se entregó al Ayuntamiento. El edificio fue durante décadas el corazón comercial de este sector de la ciudad, a pesar de los condicionantes infraestructurales anteriormente mencionados. El entorno del barrio de San Bernardo, donde se localiza el edificio, ha experimentado grandes transformaciones desde que a mediados de la década de los ochenta se iniciase el desmantelamiento de las infraestructuras ferroviarias que rodeaban el este del centro de Sevilla. En la actualidad, el mercado se encuentra rodeado por manzanas residenciales consolidadas, así como vestigios industriales de la Fábrica de Harinas de Manuel Borrero, desmantelada en 1990, y de la que queda la ampliación proyectada por Aníbal González en 1926, así como el quiosco de carga del ferrocarril. En el entorno próximo del mercado existe una serie de edificios industriales en desuso de gran envergadura que se prevé que sufran transformaciones próximamente, como son la antigua estación de ferrocarril de Cádiz y la antigua fábrica de artillería. Las viviendas para militares vinculadas a la fábrica de Artillería han sido recientemente rehabilitadas para uso administrativo</abstract> <location> <physicalLocation> <physicalAddress>Calle Demetrio de los Ríos, número 11 SEVILLA | Sevilla, SEVILLA | ESPAÑA</physicalAddress> </physicalLocation> </location> <location> <url>https://fundacion.arquia.com/es-es/red-fq/registro-sudoe/p/Realizaciones/Ficha/5967</url> </location> </mods>