arrow-circle-down arrow-circle-left arrow-circle-up arrow-down arrow-left arrow-line-right arrow-right arrow-up ballon close facebook filter glass lock menu phone play point q question search target twitter
X

Edward Hopper 41° 58’ 38.09”, -70° 4’ 33.35”. Casa de Verano en Cape Cod Bay (1934)

Ficha   |     |   Descarga
Título: Edward Hopper 41° 58’ 38.09”, -70° 4’ 33.35”. Casa de Verano en Cape Cod Bay (1934)
Autor: Jorge Molinero Sánchez
Director tesis: Juan Domingo Santos
Centro de lectura: E.T.S. A - Granada - UGR
Fecha de publicación: 23/06/2017
Tipo de documento: text
Abstract en inglés:

In 1934 Edward and Josephine Hopper bought a plot of land by Cape Cod Bay with the view to build what would be the only property in ownership of the couple. The house-studio of Edward Hopper in South Truro, a small, humble and nameless building, reflected the artist’s personality (as it has been commented in some occasions). It sits on the top of a soft hill, like the houses of his paintings. It commands a landscape of unique beauty, covered by a special light, the light of Cape Cod. 

Cape Cod was to the Painter a discovery. He found it in 1930 and four years later, he picked this location to erect his house-studio almost in the same manner as the first English settlers did three centuries earlier when they took possession of the same land.

It has remained in the anonymity for years; first for its remote location, away from the by-passers track – probably that was the reason why the couple chose it on the first place- and more recently, because of the lack of documented records of its existence. All of these factors converted this house in an enigmatic and unknown place. This research intends to reveal the role that this humble piece of architecture played in the Painter’s life, both at personal and professional levels. Particularly, it focuses on how it influenced his work since the couple moved in1934 initially to spend the summer months.

Hopper’s house in Cape Cod is the sum of his experiences and personal moments: the water of the river Hudson -where his house in Nyack was-, the light coming through the skylights of his work-studio in New York, the raised positioning of the lights depicted in his work, or the big windows which bring in the outside landscape evoking the scenic boxes of his paintings.

These scenes are those that the Painter reproduced in his work. His paintings were used as models where the Artist played with the architecture, the light and the landscape. This small building in Cape Cod guards every treasure that Hopper collected from that region for his paintings. It also includes the life experiences from other houses where he lived. All these elements were used by the Painter to conceive this intimate space; a space designed to live in and to think; a cabin to paint.

Cape Cod and the House also became Hopper’s excuse to experiment and play with the architecture and landscape. Acting as an architect, he renewed the traditional architectonic typology of the region known as “Cape Cod House”. He reinterpreted this style taking his values about identity and roots and respect for the local history as building blocks for this remake. The Cape Cod house was contemporaneous to other trends and movements followed by disciples and masters of the Bauhaus and Modernism. These forces converted this area and its architecture in a try and error lab for testing and experimenting with the ideas of modernism.

The house-studio of Hopper was the culmination of a journey that had started years before for the Painter. It is a crossroads of the houses and other spaces inhabited by the Artist throughout his life. It also became an anchoring base for Hopper and his wife Jo. They would go back every summer searching for the light of a landscape that the painter would immortalize in his work. A space which no doubt influenced in a defining way his life and his artistic production.

Abstract en castellano:

En 1934 Edward y Josephine Hopper compraron un terreno situado frente a la Bahía de Cape Cod para embarcarse en la construcción de la que sería la única casa propiedad del matrimonio. La casa de Edward Hopper en South Truro, una pequeña construcción, austera y anónima, reflejo de la personalidad del artista como en alguna ocasión se ha comentado. Situada en lo alto de una colina, evocando las casas de sus cuadros, desde donde se divisa un paisaje de singular belleza, inundado por una luminosidad especial, la luz del Cabo.

Cape Cod supuso para el pintor el hallazgo del paraíso perdido, lugar que había descubierto por primera vez en 1930, y que cuatro años después fue elegido por Edward Hopper para la construcción de la casa y estudio, el mismo hallazgo realizado tres siglos antes por los primeros colonos ingleses, quienes decidieron asentarse en este territorio.

En una colina de ese paisaje elegida por Hopper levantó la casa, una construcción que ha estado relegada en el anonimato durante años. Al comienzo, por estar alejada de las rutas más transitadas, lo que probablemente empujó al matrimonio a elegir este solitario emplazamiento, y años después, por la casi inexistente documentación que hace de la casa un lugar enigmático y desconocido. Con esta investigación se pretende revelar el papel que esta sencilla arquitectura supuso en la vida del pintor, en su faceta personal y artística, cómo influyó en su obra pictórica a partir de 1934 una vez instalado el matrimonio en ella para pasar los largos veranos.

La casa del Cabo surge de las sensaciones personales del artista: el agua del río Hudson situado junto a la casa del pintor en Nyack, la luminosidad del espacio de su estudio en Nueva York procedente de los lucernarios del techo, la posición elevada de los faros de sus lienzos, o los grandes ventanales abiertos al paisaje evocando las cajas escénicas de sus pinturas.

Escenas que el pintor reprodujo en sus lienzos, utilizados a modo de maquetas donde el artista ensayó con la arquitectura, la luz y el paisaje. La pequeña construcción en el Cabo contiene aquello que Hopper fue atesorando de esa región para sus cuadros, así como las experiencias vividas en otras casas que habitó, elementos que el pintor utilizó para concebir este íntimo espacio para vivir y pensar, una cabaña para pintar.

Cape Cod y la casa fueron un motivo de experimentación arquitectónica y paisajística para Hopper. Actuando como un arquitecto, realizó una renovación tipológica de la arquitectura tradicional de la zona denominada Cape Cod House, reinterpretada en la casa del artista a partir de sus valores de identidad y en continuidad con la historia del lugar. La construcción de la casa coincidió en el tiempo con otros ensayos en este paisaje llevadas a cabo por discípulos y maestros de la Bauhaus y el Movimiento Moderno, que convirtieron este lugar y su arquitectura en un laboratorio de ensayo y experimentación de las ideas de la modernidad.

La casa-estudio de Hopper fue el resultado de un proceso de indagación y experimentación proyectual iniciado años atrás por el pintor, que acabaría por convertirse en un crisol de los lugares habitados por el artista en el transcurso de su vida. La casa del Cabo sería a partir de entonces un lugar de referencia al que Hopper y su mujer Jo peregrinarían todos los veranos en busca de la luminosidad de un paisaje que el pintor inmortalizaría en sus pinturas, y un espacio que influiría de manera determinante en su vida y en la creación artística posterior.

Tema materia: Paisaje
Abstract en portugues:

Em 1934, Edward e Josephine Hopper compraram um pedaço de terra em frente à baía de Cape Cod com o objectivo de aí construirem aquela que seria a única propriedade do casal. A casa-estúdio de Edward Hopper em South Truro, um edifício pequeno, simples e anónimo, refletia a personalidade do artista (como já  foi comentado em várias ocasiões). Está situada no topo de uma pequena colina, como as casas das suas pinturas. Sobressai numa paisagem de beleza única, coberta por uma luz especial, a luz de Cape Cod.

Cape Cod foi para o pintor uma descoberta. Encontrou-o em 1930 e, quatro anos mais tarde, elegeu o local para construir a sua casa-estúdio, quase da mesma forma como o haviam feito os primeiros colonos ingleses três séculos atrás, quando ocuparam aquelas terras.

Durante muitos anos a casa permaneceu no anonimato; primeiro, devido à sua localização isolada, longe dos lugares de passagem – provavelmente o principal motivo que terá levado  casal a escolher este lugar – e, mais recentemente pela falta de documentação do registo da sua existência. Todos estes fatores converteram a casa num lugar enigmático e desconhecido. Pretende-se, com esta investigação, revelar o papel que esta simples peça de arquitetura  representou na vida do pintor, a nível pessoal e profissional. Foca, particularmente, a forma como influenciou a sua obra, desde que o casal, para lá se mudou em 1934,  inicialmente para passar os meses de verão.

A casa de Hopper em Cape Cod  é a soma das suas experiências e momentos pessoais: a água do rio Hudson, onde se situava a casa do pintor em Nyack, a luz que descia das clarabóias do teto do seu estúdio de trabalho em Nova Iorque, o posicionamento levantado das luzes refletidas nas suas telas, ou as  grandes janelas abertas para a paisagem, evocando as caixas cénicas das suas pinturas.

Estas cenas são as que o autor reproduziu no seu trabalho. As suas pinturas foram  usadas como modelos,  onde o artista jogou com a arquitetura, a luz e a paisagem. O pequeno edifício de Cape Cod guarda todos os tesouros que Hopper foi recolhendo daquela região para as suas pinturas, assim como experiências de vida de outras casas onde viveu. Todos estes elementos foram usados pelo pintor  para conceber este espaço íntimo para viver e para pensar: uma cabina para pintar.

Cape Cod e a casa serviram também como pretexto para Hopper fazer experiências e jogar com a arquitetura e a paisagem. Enquanto arquiteto, levou a cabo uma renovação tipológica da arquitetura tradicional da região conhecida por “Cape Cod House”reinterpretada na casa do artista, com base nos seus valores de identidade e em continuidade com a história do lugar. A construção da casa coincidiu no tempo com outras tendências e movimentos seguidos por discípulos e mestres da Bauhaus e do Movimento Moderno. Estas forças transformaram este lugar e a sua arquitetura num laboratório de ensaio e experimentação das ideias do modernismo.

A casa-estúdio de Hopper foi o resultado de um processo de pesquisa e experimentação de projetos iniciados anos atrás pelo pintor. É um cruzamento das casas e de outros lugares habitados pelo artista ao longo da sua vida. Tornou-se também num refúgio  para Hopper e a sua  mulher Jo. Aí regressavam todos os verões, à procura da luz da paisagem que o pintor iria imortalizar nas suas obras. Um  espaço que, sem dúvida, influenciou de forma definitiva a sua vida e a sua criação artística.

Tipo de contenido: Tesis