Los Nuevos Juzgados de Balaguer se sitúan en su casco antiguo. La ciudad fue fundada como un barrio más de la colina Almata, cerca del río y del puerto fluvial. El centro histórico de Balaguer es uno de los principales centros históricos árabes de Cataluña.
Una de las características más interesantes es su morfología irregular, que busca arroparse en la ladera de la colina en la que se encuentra. Las estrechas calles van acompañadas de un solape de pórticos que permiten recorrer el casco antiguo por la sombra. El entrelazamiento de perspectivas es continuo y éstas se abren continuamente a diferentes situaciones urbanas, como a la propia de este emplazamiento.
Uno de los objetivos fundamentales es conseguir un equilibrio entre los requisitos y condiciones de los espacios de trabajo y el sitio donde se implanta el edificio. Por un lado, el edificio se estira, presionando los límites del propio solar. Por otro lado, el edificio responde a las condiciones espaciales propias del casco antiguo respetando alineaciones, porches y huellas urbanas.
Considerando las estrechas calles que configuran el casco antiguo, la fachada del nuevo edificio se concibe como un filtro que debe ofrecer la seguridad y privacidad necesarios para los jueces y usuarios.
Las salas judiciales se ubicadan en planta baja y los demás usos están organizados en las siguientes cuatro plantas, con un criterio de intimidad de los espacios y fluidez de los recorridos. En todas las plantas se accede directamente desde el vestíbulo y la escalera del público, situada a lo largo de la fachada este ofreciendo vistas sobre la torre de la Iglesia de Santa María.
El vestíbulo y el anterior porche de acceso –que configura la fachada de la Plaza exterior- enlaza claramente el edificio con la estructura urbana del casco antiguo de Balaguer.