Cabañita: Una habitación propia¹

Mi cabannon trabaja la relación entre el mundo propio autónomo y el espacio exterior común por medio del diseño de un espacio concreto que trata de poner en cuestión la relación interior-exterior en arquitectura. Todo el proyecto gira en torno a la creación de un mundo propio diseñando de un modo preciso las relaciones y disputas de este con el mundo exterior. Crear Mundo, Perder Mundo. 

Con esto en mente, el concepto de inexterior (ni interior ni exterior, sencillamente entre esos dos mundos) se posiciona como un principio ambicioso de repensar la disciplina, al menos desde el punto de vista de la construcción de arquitecturas en contacto con el lugar y su paisaje. Es la arquitectura la que se coloca entre los dos mundos (interior y exterior) y donde se llevan a cabo operaciones con el cerramiento, las alturas, el baño, la cocina… con tal de garantizar que el mundo interior se independiza (no se aísla) espacialmente del exterior gracias a una arquitectura que lo acoraza. 

Este cabanon sí busca ir a buscar los conceptos de mínimos y de esencialidad, al menos desde el punto de vista espacial. Este dogma urge a que algunas medidas se compriman al extremo para no malgastar ningún volumen que no sea funcional en el perímetro de arquitectura, dejando en el interior un cubo de 8 metros cúbicos libre de cualquier norma.

¹ WOOLF, Virginia. Una habitación propia. Anagrama. Seix Barral. Barcelona. 1986