El modelo de urbanización extremo en el que nos encontramos sumergidos en la actualidad, consecuencia del flujo migratorio hacia las zonas urbanas, es insostenible. Ante la necesidad de encontrar una solución acorde a nuestro tiempo, BAORI se entiende como un triple desafío para mejorar, no solo la relación entre el interior y exterior, sino el modelo de vivienda en su totalidad. Por ello, no es posible enfrentarse a este reto obviando magnitudes humanas, económicas y ambientales. 

Nuestra experiencia espacial del ‘habitar’ es compleja y no es válida una única delimitación para separar el dentro absoluto, entendido como el espacio personal de cada uno, del fuera absoluto, percibido como el entorno que compartimos todos. Es necesario un acercamiento dinámico hacia el límite. En consecuencia, esta intervención cuestiona la disposición de las capas que conforman una fachada y las tensiona para crear intermedios que poder compartir o apropiarse. Consecuentemente, la fachada deja de ser una barrera entre lo público y lo privado para convertirse en un espacio generador de comunidad.