Le dije: “la flor que amas no corre peligro… dibujaré una armadura para tu flor”
El Principito.
Antoine de Saint-Exupéry.
La forma de exponer y vender el género es la esencia de nuestra propuesta.
Al abrirse, el puesto se configura automáticamente en una grada/escalera dónde el comerciante dispone el género a su gusto y conveniencia. Las flores subirían hacia el interior del puesto formando una escalera de color. El género queda expuesto de una forma clara y ordenada.
Al cerrarse, el puesto se transformaría en una coraza para las flores que guarda en su interior. Toda la atención se trasladaría a la parte posterior donde el último escalón se convierte en un pequeño escaparate a la calle.
El puesto se compone de tres elementos claramente diferenciados. La estructura, una caja interior y una piel exterior.
Una estructura de dos pórticos metálicos que se anclan a la cimentación.
Una caja interior, metálica y gris para poder disfrutar de todos los matices cromáticos de las flores, que se apoya en la estructura, de chapa de acero galvanizada y perforada en ciertas zonas para dejar pasar la luz. Esta caja estaría dividida en dos zonas claramente diferenciadas.
El cerramiento exterior de las casetas permite unificar el aspecto visual de toda la propuesta. Esta piel de lamas de madera no sólo sirve como protección solar sino que además actúa frente a agentes externos.
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