Al realizar la propuesta para el BGB en el Palacio de Altamira, sede del IED, se asumió la responsabilidad de ser parte de la tradición de un edificio con una dilatada historia, iniciada con el proyecto de Ventura Rodríguez y recientemente rehabilitado por Gabriel Allende. El proyecto debe ser continuación de esta tradición, recogiéndola y proyectándola hacia el futuro.
Por tanto hay que entender la propuesta como una acupuntura que modificando lo existente sólo lo estrictamente necesario, activa el lugar, logrando un cambio cualitativo y sustancial del espacio permitiendo resolver las necesidades planteadas y dotar al espacio de la mayor flexibilidad para poder albergar todos los usos pretendidos.
Tradicionalmente se ha relacionado la arquitectura con la pesantez, la densidad y la solidez, lo que ha relegado a la ligereza a un segundo plano.
Entendemos el Palacio de Altamira como un contenedor denso, pétreo y de sombras quietas. El proyecto del BLUE GLASS BAR nace como respuesta a ese contendor.
El BLUE GLASS BAR es un espacio de luz y vidrio dentro de un espacio de sombras y piedra. Un mundo mágico oculto dentro de una roca: una geoda.
Frente a la densidad, pensatez y la quietud de las sombras del Palacio de Altamira el BGB se define como un espacio que no pesa, que fluye sin dificultad y que se transforma constantemente.
El BLUE GLASS BAR se construye con dos materiales: luz y vidrio
El BLUE GLASS BAR es un espacio que se construye como un traje a medida, de alta costura, refinado y preciso. Una piel inmaterial de vidrio extraclaro que envuelve las gruesas paredes del Palacio. Un filtro transparente, unas cortinas de lamas de vidrio que se engarzan para construir una piel continua que deje entrever el Palacio que las contiene.
La luz que empapa de las lamas de vidrio reflejada de las paredes del palacio es la que cose esos dos mundos, el del antiguo Palacio y el del nuevo BLUE GLASS BAR, produciendo una experiencia visual dinámica y fascinante donde el usuario, en último término es el que integra todo el conjunto.
El proyecto del BLUE GLASS BAR se localiza en el interior del Palacio en dos salas contiguas de diferente geometría, una cuadrangular y otra visiblemente alargada conectadas por un estrecho paso a las cuales se accede desde el patio interior del Palacio, un gran espacio abierto al cielo y cerrado al ruido de la calle.
Tanto desde el exterior del patio como entre las dos salas que componen en BGB la unión entre espacios se realiza mediante unas cajas metálicas que actúan como antesalas, como manos que abren las cortinas de vidrio invitándonos a entrar.
La barra del bar se ubica en la sala cuadrada, constituyéndose como una zona metálica excavada en la piedra del palacio, dejando libre la primera sala, la que conecta con el patio
ILUMINACIÓN
El proyecto separa en dos capas diferentes forma y color. El color, entendido como una capa de información variable superpuesta a esta forma, atiende los aspectos variables de la comunicación. No es un pigmento sólido sobre una superficie opaca, sino que es luz de color.
El color emitido debe ajustarse a gamas de azules y turquesas ajustados a evoluciones naturales de tres medios: aire, agua y hielo.
En la parte trasera de las lamas de vidrio se integran unas tiras continuas de leds RGB que emiten el flujo luminoso hacia los paramentos del palacio que quedarán coloreados con tonos variables y reflejarán esa luz coloreada para empapar las lamas de vidrio extraclaro tiñéndolas de color.
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