El parque existente producía una sensación de deterioro, descuido e inseguridad y no respondía a las necesidades de un barrio muy denso, con demanda de espacios libres activos y deseables. El mobiliario estaba deteriorado y era insuficiente, el trazado antiguo no resolvía las condiciones de borde y el proyecto de jardinería había quedado reducido a una distribución cartesiana de las especies.
El proyecto hizo del parque un lugar especial buscando la creación de un espacio mágico y emocionante que ahora es disfrutado por todos.
Para la realización del proyecto se enunciaron los siguientes principios base:
• Entender el lugar como un paisaje dentro de otro paisaje, se valora el fondo y la figura, no se entiende la intervención aislada pero sí ensimismada, aprovecha su situación privilegiada dentro del paisaje existente para desenvolverse a su gusto. Todo el paisaje en el que se incluye nuestro parque es un paisaje agrícola extensivo, el paisaje del parque es lúdico intensivo.
• El paisaje-parque creado es un lugar “aescalar” que crea sensación de desorientación, irrealidad y magia al recorrerlo.
• Se introduce en el paisaje-parque el “elemento transformista” como pieza única y exclusiva que realza el valor del lugar haciendo sentir especial a quien de él disfruta. Es una estructura compleja morfológicamente y sencilla constructivamente. El “elemento transformista” muta, crece, decrece, se reclina, se alza…y es lo que nos conforma los diferentes rincones del parque, haciendo de ellos lugares a descubrir y de los que disfrutar, siempre cambiantes y nunca acabados hasta el momento de ser utilizados.
• El “elemento transformista” introduce unas pistas que invitan a la reunión, la conversación, el juego, la invención, la experimentación, el descanso, la creatividad, la imaginación…
• Entender que el parque debe ser activo y activador. Podrá ser usado por todos y a todas horas. El parque estará bien equipado y será seguro.
El diseño del parque se estructura con un trazado principal de caminos en anillo que evita el paso obligado por el centro entendido ahora como lugar poco transitado y misterioso.
Este camino va atravesando los claros que deja la vegetación para crear las zonas estanciales, allí se concentran el mobiliario y los juegos. El trazado de estos claros aprovecha las antiguas áreas circulares de juegos, evitando dañar las áreas plantadas.
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