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Pabellón Real para la Exposición Iberoamericana de 1929

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<mods xmlns:doc="http://www.lyncode.com/xoai" xmlns:xsi="http://www.w3.org/2001/XMLSchema-instance" xmlns="http://www.openarchives.org/OAI/2.0/"> <titleInfo> <title>Pabellón Real para la Exposición Iberoamericana de 1929</title> </titleInfo> <name type="personal"> <namePart>González Álvarez-Ossorio, Aníbal</namePart> <role> <roleTerm authority="marcrelator" type="text">Author</roleTerm> </role> </name> <abstract displayLabel="Abstract">La Exposición Iberoamericana de 1.929 supone la transformación urbana más importante de la ciudad en época contemporánea hasta 1992. El recinto se desarrolla en un entorno ajardinado en el que se disponen arquitecturas singulares que lo monumentalizan: apoyado en el curso del río y en edificios existentes de la importancia de la Fábrica de Tabacos o del Palacio de San Telmo, da forma al deseo de crecimiento hacia el sur que la ciudad ya había manifestado en proyectos como el trazado del Salón de Cristina o El Jardín de las Delicias de Arjona. El escenario fundamental es el del sector segregado de los jardines del Palacio de los Montpensier y que constituyeron el Parque de María Luisa en honor de la cesión por la infanta María Luisa de Orleáns, prolongado en el Jardín de las Delicias y a lo largo de la Avenida Reina Victoria (hoy Paseo de las Delicias y de la Palmera) hasta el Sector Sur. Otros edificios dispersos se situaron en los jardines de San Telmo o, en el caso singular del Gran Hotel "Hotel Alfonso XIII- en el Jardín de Eslava. El trazado inicial surge como consecuencia del concurso de anteproyectos celebrado en 1911 y del que se eligió la propuesta de trazado unitario presentada por el arquitecto Aníbal González y que, en los que le siguieron (1913, 1924, 1925 y 1928), se fue desfigurando en aras de una implantación dispersa con la intervención de un número más amplio de profesionales. El arquitecto dimitió falleciendo poco antes de inaugurarse el certamen. El conjunto de la Plaza de América nace como idea en 1912, cuando se presentan unidos los tres pabellones que con carácter permanente configurarían la "Plaza de Honor" del recinto, formando una U abierta hacia el Paseo de las Delicias. En el lado izquierdo de la U, el Pabellón de Industrias, Manufacturas y Artes Decorativas, finalmente en la Exposición Pabellón de Arte Antiguo, luego Pabellón Mudéjar y actualmente Museo de Artes y Costumbres Populares; en el derecho, el Palacio de Bellas Artes, luego Renacimiento y que actualmente es el Museo Arqueológico Provincial, y, al frente, el Pabellón Real, sede posteriormente de diversas dependencias municipales. Se trata del primer proyecto de la que luego sería la Exposición y, por sus fechas, es reflejo de los historicismos que insuflaron la arquitectura antes de destilar, en lo local, un "estilo sevillano" como concreción del regionalismo. La valoración de la Plaza debe extenderse a su espacio central sobreelevado, a sus jardines, a los elementos escultóricos y a su mobiliario urbano. El Pabellón Real surge como edificio permanente en memoria agradecida a la infanta María Luis de Orleáns por la cesión a la ciudad de la mayor parte de los jardines, y se realiza en estilo neoisabelino reinterpretado en ladrillo tallado y cerámica vidriada, como símbolo de la unidad de las regiones de España. Se proyecta el Pabellón con una planta de cruz griega sobre otra cuadrada a la que secciona sus aristas; en el centro queda un cuerpo sobreelevado, ochavado, como espacio y salón central del conjunto. Su apariencia exterior evoca efectivamente la arquitectura plateresca, con lienzos sobrios en los que se insertan arquerías, y se coronan con minuciosas cresterías acumulando el mayor esfuerzo ornamental. Villar Movellán señala cómo es especialmente detallista la talla de ladrillo, reuniendo en la obra a los mejores tallistas "José Roldán y Francisco Reyes especialmente- y a los pintores ceramistas más famosos "Gustavo Bacarisas, Manuel Rodríguez y Pérez de Tudela, Manuel García Montalbán, el Marqués de Benamejí o Manuel Cañas Martínez-. También interviene el escultor Antonio Bidón y el pintor decorador Manuel de la Cuesta, que diseñan las piezas cerámicas para la espléndida ornamentación exterior.</abstract> <location> <physicalLocation> <physicalAddress>Paseo de las Delicias (Plaza de América) SEVILLA | Sevilla, SEVILLA | ESPAÑA</physicalAddress> </physicalLocation> </location> <location> <url>https://fundacion.arquia.com/es-es/red-fq/registro-sudoe/p/Realizaciones/Ficha/6184</url> </location> </mods>