We investigate because we are architects who want to understand the world and the way the real happens. We investigate because we want, with architecture, to be part of the course of life of people and cities. We investigate because we want to learn, we investigate because we want to teach.

This research work emerges from this position of teacher, emerges from reflection on the architectural fact and its genesis. Teaching and learning in architecture are indissolubly linked to project practice, we project and projecting we learn, in projecting we are and we grow. And in this task, learning takes place in the act of sharing and talking about the design fact.

Each architect has had a master who has allowed him, in the emotion, to understand what architecture was. Mine, like so many others, was Francisco Javier Sáenz de Oíza, (1918-2000).

In the web of conversations that is a lesson in architectural projects, in a school of architecture, the emotion allows the student to enter into the complex structure of genesis and development of the architectural project.

If emotion is the basis on which a society lives, it is the actions that define emotion and change people's emotions.

The sense of this research is to find those actions that support the development of an architectural project. The complex relationship that the system of creation of architecture establishes with society, the way in which one and the other relate and enter into harmony or indifference.

This process by which architecture gives shape to the city and the habitat of human beings, and in which the habitat of these human beings gives shape to architecture, finds in Sáenz de Oíza an actor with an inexhaustible intellectual and creative capacity, at the service of that essential dialogue between architecture and human beings.

Sáenz de Oíza constructs from emotion and rational understanding, from intellectual understanding and the emotional embrace of the architectural project, a task and a unique and heterodox architectural proposal, in which he tries to embrace the totality of the world he faces in each project.

This research work covers, around two of his projects, the path, the process in which they were generated, trying to find the keys to their work and that which they have as a learning model, the way in which they relate to current systems of thought, analysis of reality and their work.

The research focuses on two works by Sáenz de Oíza thirty years apart.

In 1956, the Comisaría General de Urbanismo commissioned the team formed by Oíza, Sierra y Alvear to carry out the project of the Poblado dirigido de Entrevías, 2,108 dwellings built in three phases, plus the Minimum Village.

In 1986, the Department of Territorial Planning decided in favour of Sáenz de Oíza the competition of ideas for the development of the block next to the M-30. A linear block for 400 dwellings.

This research work also seeks to reveal the project strategy of Oíza, through the detailed study of the way in which it faces this project reality of the construction of the city in two projects so distant in time.

Throughout the research work we have discovered that Saenz de Oíza's project process could be defined as an open, phenomenological process, in which the result is the fruit of observation and the process of project research developed, of the ideas, strategies and knowledge that have been incorporated into it.

Investigamos porque somos arquitectos que quieren entender el mundo y la manera en que lo real ocurre. Investigamos porque queremos, con la arquitectura, ser parte del transcurrir de la vida de la gente y de las ciudades. Investigamos porque queremos aprender, investigamos porque queremos enseñar.

Este trabajo de investigación surge desde esta posición de enseñante, surge de la reflexión ante el hecho arquitectónico y su génesis. La enseñanza y el aprendizaje en arquitectura están indisolublemente ligados a la práctica proyectual, proyectamos y proyectando aprendemos, en el proyectar somos y crecemos. Y en este quehacer, el aprendizaje se produce en el acto de compartir y conversar sobre el hecho proyectual.

Cada arquitecto ha tenido un maestro que le ha permitido, en el emocionar, entender qué era la arquitectura. El mío, como el de tantos, fue Francisco Javier Sáenz de Oíza, (1918-2000).

En la red de conversaciones que es una clase de proyectos, en una escuela de arquitectura, el emocionar permite que el alumno entre en la compleja estructura de génesis y desarrollo del proyecto arquitectónico.

Si el emocionar es la base sobre la que vive una sociedad, son las acciones las que definen el emocionar y las que cambian el emocionar de las personas.

El sentido de esta investigación es encontrar esas acciones que soportan el desarrollo de un proyecto arquitectónico. La compleja relación que el sistema de creación de la arquitectura establece con la sociedad, la manera en que uno y otro se relacionan y entran en sintonía o indiferencia.

Este proceso por el cual la arquitectura da forma a la ciudad y al habitar de los seres humanos y en el que el habitar de esos seres humanos da forma a la arquitectura, encuentra en Sáenz de Oíza un actor de una capacidad intelectual y creativa inagotable, puesta al servicio de ese dialogo imprescindible entre arquitectura y seres humanos.

Sáenz de Oíza construye desde la emoción y el entendimiento racional, desde el entendimiento intelectual y el abrazo emocional del proyecto arquitectónico, un quehacer y una propuesta arquitectónica única y heterodoxa, en la que intenta abarcar la totalidad del mundo al que se enfrenta en cada proyecto.

Este trabajo de investigación recorre, en torno a dos proyectos suyos, el camino, el proceso en el que fueron generados, intentando encontrar las claves de su quehacer y aquello que tienen de modelo de aprendizaje, la manera en que estos se relacionan con sistemas actuales del pensamiento, del análisis de la realidad y su quehacer.

La investigación se centra en dos trabajos de Sáenz de Oíza separados entre sí treinta años.

En 1956, La Comisaría General de Urbanismo le encarga al equipo formado por Oíza, Sierra y Alvear el proyecto del Poblado dirigido de Entrevías, 2.108 viviendas construidas en tres fases, más el Poblado Mínimo.

En 1986, la Consejería de Ordenación del territorio resuelve a favor de Sáenz de Oíza el concurso de ideas para la ordenación de la manzana junto a la M-30. Un bloque lineal para 400 viviendas.

Este trabajo de investigación también busca desvelar la estrategia proyectual de Oíza, a través del estudio detallado de la manera en que se enfrenta a esta realidad proyectual de construcción de la ciudad en dos proyectos tan alejados en el tiempo.

A lo largo del trabajo de investigación hemos ido descubriendo que el proceso de proyecto de Sáenz de Oíza se podría definir como un proceso abierto, fenomenológico, en el que el resultado es fruto de la observación y el proceso de investigación proyectual desarrollado, de las ideas, estrategias y conocimientos que se han ido incorporando al mismo.

Investigamos porque somos arquitetos que querem entender o mundo e a maneira como o real acontece. Investigamos porque queremos, com a arquitetura, fazer parte do curso de vida das pessoas e das cidades. Investigamos porque queremos aprender, investigamos porque queremos ensinar.

Este trabalho de pesquisa surge a partir desta posição de professor, surge da reflexão sobre o fato arquitetônico e sua gênese. Ensinar e aprender em arquitetura são indissoluvelmente ligados à prática do projeto, nós projetamos e projetando que aprendemos, projetando que somos e crescemos. E nesta tarefa, a aprendizagem se dá no ato de compartilhar e conversar sobre o fato do design.

Cada arquiteto teve um mestre que lhe permitiu, na emoção, entender o que era a arquitetura. O meu, como o de tantos outros, foi Francisco Javier Sáenz de Oíza (1918-2000).

Na trama de conversas que é uma classe de projetos, em uma escola de arquitetura, a emoção permite ao aluno entrar na complexa estrutura de gênese e desenvolvimento do projeto arquitetônico.

Se a emoção é a base sobre a qual uma sociedade vive, são as acções que definem a emoção e mudam as emoções das pessoas.

O sentido desta pesquisa é encontrar as ações que apoiam o desenvolvimento de um projeto arquitetônico. A complexa relação que o sistema de criação da arquitetura estabelece com a sociedade, a forma como um e outro se relacionam e entram em harmonia ou indiferença.

Este processo pelo qual a arquitetura dá forma à cidade e ao habitar dos seres humanos, e no qual o habitar destes seres humanos dá forma à arquitetura, encontra em Sáenz de Oíza um ator com uma inesgotável capacidade intelectual e criativa, a serviço desse diálogo essencial entre arquitetura e seres humanos.

Sáenz de Oíza constrói a partir da emoção e da compreensão racional, da compreensão intelectual e do abraço emocional do projeto arquitetônico, uma tarefa e proposta arquitetônica única e heterodoxa, na qual tenta abranger todo o mundo que enfrenta em cada projeto.

Este trabalho de pesquisa abrange, em torno de dois de seus projetos, o caminho, o processo em que eles foram gerados, tentando encontrar as chaves para o seu trabalho e que eles têm como modelo de aprendizagem, a forma como eles se relacionam com os sistemas atuais de pensamento, da análise da realidade e seu trabalho.

A pesquisa se centra em dois trabalhos de Sáenz de Oíza com trinta anos de intervalo.

Em 1956, a Comisaría General de Urbanismo encarregou a equipe formada por Oíza, Sierra y Alvear de desenhar o Poblado Dirigido de Entrevías, 2.108 habitações construídas em três fases, mais a Vila Mínima.

Em 1986, o Departamento de Ordenamento do Território decidiu a favor de Sáenz de Oíza o concurso de ideias para o desenvolvimento do bloco junto à M-30. Um bloco linear para 400 moradias.

Este trabalho de pesquisa também busca desvendar a estratégia do projeto de Oíza, através do estudo detalhado da forma como ele enfrenta esta realidade de projeto da construção da cidade em dois projetos tão distantes no tempo.

Ao longo do trabalho de pesquisa descobrimos que o processo de projeto de Saenz de Oíza poderia ser definido como um processo aberto, fenomenológico, no qual o resultado é o resultado da observação e do processo de pesquisa de projeto desenvolvido, das idéias, estratégias e conhecimentos que foram incorporados a ele.