Este proyecto en la Sierra de Andújar, en un paraje conocido como el Cerro de La Lancha junto a La Charca del Fraile, es producto de la intención de una simple regeneración de un lugar que se configuró como un asentamiento provisional pero el que tiempo ha dejado en ruina. La idea es simple, un caparazón ligero a modo de máscara que busca la recuperación de la tipología que allí existió y que se materializa con un acabado de vidrio espejo, con el que se consigue que este nuevo elemento pase desapercibido( Fig 1) y se mimetice con el entorno sin dejar de enfatizar las líneas que construyen el sólido capaz referencia del proyecto.Con ello, otro de los objetivos es la búsqueda de la unión entre lo que efectivamente es la pieza (máscara Fig 2) y las virtualidades que contiene (espacio interior Fig 3).El caparazón se entiende como un elemento único, que con un simple gesto de apoyo sobre el muro existente reforzado con una viga perimetral resuelve toda la vivienda, pensada para una gran variedad de de usuarios.El juego de espacios a doble altura y huecos a fachada permite que aparezcan conexiones y vistas cruzadas las cuales permiten que la vivienda sea una pieza perforada y con mucho aire.