Tras el éxito de público de la primera sala 4Dx de Catalunya, los Cines Filmax Gran Vía 2 deciden doblar la apuesta y adecuar una nueva sala, esta vez de 112 plazas, 28 más que la anterior.
A pesar de la voluntad por parte de la propiedad de unificar el aspecto con su predecesora, los condicionantes de accesibilidad y evacuación, dado el aumento de plazas por encima de 100, obliga a un doble acceso lateral y, por tanto, a la aparición de dos escaleras.
La adaptación a estas demandas se aprovecha para generar un pasillo de acceso angosto, de gran altura y, al girar, abrirse hacia la sala, enmarcada por dos escaleras. Estas, a su vez, son presididas por un guiño Scarpiano que contiene el armario de las gafas 3D bajo la primera placa de hormigón alveolar que sustenta la grada. Toda esta puesta en escena va acompañada de una moqueta aterciopelada de color granate que lo envuelve todo.
Una vez alzados sobre la grada, la sala se oscurece, color negro, dando protagonismo a la pantalla. Sólo se aprovechan sus paredes para introducir el imprescindible aislamiento acústico y marcar ciertos elementos, como un muro inclinado de chapa mini-onda microperforada lacada en color también negro que, con tiras de luz rasante, luce previo a la proyección.