Abstract
La introducción del concepto de entropía en la arquitectura permite entender el profundo vínculo que hay entre la degradación de la energía y la degradación de la materia, bifurcando la atención hacia el consumo diario de energía de un edificio a lo largo de su vida y hacia el coste energético que implica levantar —o reparar— la propia construcción. En definitiva, dos enfoques para entender el impacto de la construcción sobre el medio.
El primero, nos habla de aquella arquitectura que utiliza las energías libres que proceden del aprovechamiento de las variables climáticas como herramientas de diseño. El segundo se refiere a esa arquitectura que, en sus distintas variantes, recupera el patrimonio construido.
La reflexión que aquí se plantea pasa por hibridar ambos enfoques de entender el impacto de la construcción sobre el medio, aproximándose a la intervención sobre el patrimonio construido a partir del empleo de principios termodinámicos. Para ello, se apoya en el análisis de dos intervenciones contemporáneas consideradas como paradigmáticas que operan sobre piezas del patrimonio industrial transformándolas para usos culturales.
A diferencia de los habituales criterios de intervención basados principalmente en el léxico, el contexto o el programa, estas obras reflejan una forma de recuperar el patrimonio desde premisas de diseño fundamentadas en intercambios de energía con la atmósfera del entorno próximo y abiertas al cambio. Ambas, en cierto modo, son una forma de entender la arquitectura como esa “dialéctica del cambio entrópico”de la que hablaba Robert Smithson.
Así, desde un dualismo material y conceptual que aúna presente y pasado, energía y memoria, ambas intervenciones generan imágenes memorables. En última instancia, su estética, basada en el ensamblaje, la hibridación y la contraposición, tanto a nivel energético como material y formal, busca hacer visibles las tensiones y dificultades inherentes al paso del tiempo por arquitecturas pasadas.