El espacio previo a la reforma gozaba de buenas condiciones espaciales y lumínicas, pero la organización funcional y su materialidad no garantizaba ni la comodidad ni la calidez necesaria para un espacio de trabajo.
La intervención se plantea desde la economía de recursos y apuesta tanto por la recuperación de materiales y texturas ocultadas como por el reciclaje de elementos existentes. De esta forma se recupera el pavimento original del edificio, muy resistente y con una textura cálida y agradable. También se descubre una columna de hormigón que se desnuda y pasa a ser un elemento protagonista que a su vez separa los diferentes ámbitos.
El mueble existente, con armarios y estantes para el almacenamiento, se encuentra en buenas condiciones y se mantiene realizando algunas reparaciones puntuales.
Se introducen 4 nuevos materiales: Un revestimiento natural de arcilla que viste el volumen del baño, ofreciendo una textura cálida y con buen comportamiento acústico; El mobiliario integrado con tableros de plástico reciclado; El nuevo pavimento de la zona del office hecho con tierra sobrante de una obra, compactada y pulida; La nueva cortina que cruza todo el espacio haciendo de divisoria entre el ámbito de trabajo y el resto de espacios.
La combinación de los nuevos materiales aportados y de los materiales antiguos recuperados genera un nuevo diálogo y dota al espacio de un nuevo carácter más genuino. Se generan nuevos contrastes entre materiales pétreos, conglomerados de plástico reciclado y la cortina ligera pero contundente a la vez que enriquecen la percepción y la vivencia del espacio.