El pabellón se coloca exento, y por indicación de la propiedad, en la acera frente a la nueva sede del Ayuntamiento de Madrid, mostrando fachada a la plaza de Cibeles. La planta trapezoidal, con una superficie de 65m2, se divide en dos franjas: una de circulación de 1.5m de ancho, a lo largo de la fachada oeste y otra de 4m de ancho, dedicada a la instalación del Belén. El pabellón consiste en una nave, construcción que evoca la estructura de un establo (espacio utilizado tradicionalmente como resguardo de la sagrada familia), pero su volumen ha sido truncado a partir de una serie de operaciones: primero se gira la fachada principal, de modo que queda enfrentada a la plaza de Cibeles y genera un espacio de recogimiento para el acceso; los faldones de la cubierta a dos aguas, son asimétricos,  con inclinaciones de 56º hacia Cibeles, 30º hacia el Ayuntamiento recogiendo la estructura espacial interior, dividida en dos bandas desiguales; y por último, la línea de cumbrera desciende desde los 6.5m de la fachada principal, a los 5m de la trasera, provocando la inclinación de ambas cornisas. El resultado es un volumen con un carácter inestable.

Simulacro navideño  

En los belenes tradicionales construidos en los hogares españoles, se suele realiza una operación de simulacro: suele consistir en la construcción de una escenografía paisajística, basada en el uso de dos materiales naturales: el musgo y el corcho. El primero  se utiliza para representar el césped, y el corcho para representar la roca (seguramente no demasiado fiel al paisaje real del Belén de hace 2 siglos). Unos materiales naturales, simulan ser otros materiales naturales.

El pabellón para alojar el Belén, pretende ser también un simulación contemporánea: el césped artificial se utiliza para simular ser musgo, y el tablero de virutas orientadas (OSB), simula ser corcho natural. Son Materiales artificiales e industrializados, que simulan ser materiales naturales. 

El pabellón diseñado para albergar una simulación, se convierte así en simulación de la simulación. La superficie exterior del pabellón se acaba con una capa de césped artificial en mantas de 2m de ancho, compuesto por hebras de polietileno de 4cm. Del mismo modo, la superficie interior se termina con tablero producido industrialmente a base de resina y virutas orientadas (OSB), atornillado a una estructura ligera de vigas celosía de tubo de acero.

Reclamo navideño

Sobre la cubierta y parte de la fachada principal, se instala un cartel luminoso de neón en el que se lee: PORTAL DE BELEN MADRID 2008. Se trata de un texto escrito con tipografía manuscrita infantil, cuyos caracteres fueron escogidos a partir de distintos textos originales descargados de la Web, realizados por distintos niños del mundo. El neón de color fucsia, sirve como reclamo y entra en diálogo con la ambiciosa instalación lumínica navideña de la ciudad. 

Villancico Navideño

El cerramiento está perforado en 5 ocasiones (1 en cubierta, 1 en fachada principal  y 3 en la fachada lateral) por huecos circulares, cerrados mediante claraboyas de tipo mono-valva de policarbonato, de diferentes diámetros (100, 70, 40cm).  Algunos de ellos funcionan como ventanas o escaparates, y se han dispuesto a diferentes alturas para que tanto niños y adultos puedan contemplar la instalación del Belén desde el exterior. Los huecos de la cubierta, junto con el de la fachada principal, proporcionan una iluminación cenital de los puntos más oscuros del interior del pabellón, y representan el sol y la luna; los 3 huecos de la fachada lateral representan las estrellas. Todo ello, en alusión al popular villancico “.... en el portal de Belén hay estrellas sol y luna...”.