CASA V
Una absurda norma exige –entre otras irracionalidades- inclinar obligadamente las cubiertas formando cumbreras y terminarlas en color rojizo, similar a la teja árabe. Es lo habitual en núcleos rurales en Asturias. Según parece, con ello se pretende mantener una supuesta construcción tradicional. En nuestra opinión, lo único que se consigue es falsificar el paisaje con imitaciones de técnicas constructivas y materiales de otro tiempo. Por vez primera en la Historia, se nos obliga a construir de espaldas a la técnica. Por otro lado, el paisaje de núcleo rural asturiano se llena cada vez más de estos artefactos imitaciones de lo tradicional –pero con antenas parabólicas y paneles solares…-, destrozando el aspecto natural y de respuesta a los medios de su tiempo por los que siempre se caracterizó, curiosamente resultado contrario a la supuesta intención de las normas.
El reto del proyecto será esquivar el falso, equivocado e ineficaz propósito de este patrón y proponer una construcción, que, si bien ha de estar sujeta obligadamente a tan torpes limitaciones, se muestre como una construcción de su tiempo.
En vez de, como las normas, fijarnos en lo estético, en lo acabado, en lo material, en lo superfluo…..partimos de conceptos más esenciales de la arquitectura vernácula. En este sentido, tomaremos un volumen arquetípico tradicional a cuatro aguas para que, con la sencilla operación de sustraerle un cuarto de su planta, derivar en un volumen en L con la solución de cubiertas heredada pero que resuelve nuestro propósito. El cuarto sustraído se convierte asimismo en el motivo de la construcción, el vacío dejado abre vistas al bosque de pinos próximo sobre el que se muestran, al fondo, los montes Naranco y Aramo. […]
Pedro Quero [pedro quero arquitectos, s.l.p.]