el tipo que faltaba, mira su esbelta cintura, entre dos paredes, aquí está, aquí está, la re-escalà.
 
                    juétate el tipo es un concurso (sin premios) para reflexionar sobre la vigencia de la trama de El Cabanyal como base  sobre la que alojar modos de habitar contemporáneos, a partir de la sustitución tipológica que caracteriza la evolución parcelaria de un barrio marinero con una trama y personalidad muy marcada.
Los proyectos debían realizarse bajo las disposiciones de las siguientes (e hipotéticas)  ordenanzas para el barrio de El Cabanyal:
1. Todas las edificaciones  deberán poseer doble ventilación.
 2. Todas las viviendas tendrán acceso directo desde la calle, evitando  escaleras vecinales.
 3. En el caso de rehabilitación podrá mantenerse la configuración  existente, permitiéndose el aumento de alturas únicamente si se  garantiza el punto 2.
 4. Todas las actuaciones se realizarán respetando el parcelario  histórico del barrio.
Mi propuesta plantea una tipología experimental y única en el barrio tiene el ancho de una escalá (1,38m), que correspondía al espacio entre barraca y barraca.
Antecedentes (extracto de las bases del concurso):
 El Cabanyal, declarado Bien de Interés Cultural y patrimonio en su conjunto, aunque amenazado de derribo por la prolongación de una avenida, constituye un  tejido histórico donde la trama urbana, la forma de su espacio público,  es consecuencia directa de una manera muy particular de entender la  vivencia de la calle; las fachadas de sus edificaciones, volcadas a  estos salones vecinales, visten de colores el espacio público, y, tras  sus muros, hallamos un mundo residencial que es, todavía,  sorprendentemente deudor  de la organización interna de las barracas que  vieron nacer el pueblo de pescadores.
La progresiva sustitución de las barracas  por edificios de construcción más sólida diversificó la regular métrica  de su parcelario, dando paso a 8 frentes posibles de fachada,  distribuidos de manera heterogénea a lo largo de todo el barrio.
Este proceso de sustitución no solamente  actuó como agente diversificador del parcelario del barrio, sino que  esta nueva pauta se convirtió en soporte para una inmensidad de nuevos  tipos de edificación, herederos en gran medida de la barraca que las  originó.