La idea surge como respuesta a esta necesidad de la propiedad asi como al interrogante de como unir dos piezas claramente diferenciadas. La vivienda actual y el cuerpo anejo se unirán, cómo no podia ser de otra forma, regateando la normativa, mediante otro cuerpo diferente en forma, materia, tipo y ejecución a ambos: Transparente, ligero, suave: Un paño de vidrio encajado sobre la piedra, el gesto se deriva en formal y en constructivo (cubierta plana que soluciona incomodos encuentros con las ya existentes) así como funcional (albergará el nuevo baño como pieza bisagra en continuidad espacial con la nueva zona de la vivienda), Una nueva pieza de unión, con una consola central humeda de cemeneto bruñido que respeta la piedra y flota sobre el continente. Frente al contenido de la masa roja agujereada para aportar luz al nuevo espacio del dormitorio. Espacio saneado y acondicionado para su nuevo uso, quedando además ligeramente enterrado incidiendo en su aspecto mas estereotómico.