Las medianerías de los edificios se caracterizan por su escaso aislamiento, baja inercia térmica, permeabilidad al paso del agua además del aspecto descuidado derivado de tu temporalidad, en muchos de los casos. Esta zona de fragilidad en la envolvente debe ser intervenida desde su propia condición de singularidad y temporalidad.

¿Es posible convertir este tipo de fachadas en una piel inteligente capaz de adaptarse a las condiciones exteriores, respondiendo de manera singular a cada una de las épocas del año?

¿Podemos usar los principios básicos de funcionamiento de los captadores solares planos de baja temperatura para mejorar las condiciones higrotérmicas de los edificios?

¿Se puede obtener una piel temporal que responda a las exigencias térmicas, hídricas y  estéticas en esta zona concreta de los edificios?

Un sistema de delgados captadores solares planos que giran a través de un eje horizontal permiten en invierno aumentar la ganancia térmica debida a la radiación solar y en verano protegerse de dicha radiación.  Están constituidos únicamente por una bandeja metálica acabado en color negro y un vidrio. Un eje central se desplaza verticalmente para poder obtener el ángulo necesario en los paneles.  De montaje sencillo y rápido, son piezas de módulos adaptables y que sirven para protección temporal de medianerías. Su montaje óptimo es en medianerías orientadas al sur.

A. Invierno-día.

Los paneles se encuentran adosados al cerramiento. La posición permite la  impermeabilización por solape de los diferentes paneles.

El sobrecalentamiento del panel radia calor aumentado la temperatura interior. La cámara de aire a alta temperatura entre la bandeja metálica y el vidrio constituyen un aislamiento térmico efectivo al situarse en la capa más externa.

B. Invierno-noche.

Paneles adosados. La inercia térmica del cerramiento recalentado durante el día radia hacia el interior.

C. Verano-noche.

Los paneles se encuentran inclinados para posibilitar un enfriamiento nocturno.

D. Verano-día.

Los paneles se encuentran inclinados 21º generando una sombra de protección y favoreciendo la disipación de calor. El cerramiento no queda recalentado por la radiación solar directa.