La ladera del monte se ha desprendido colándose en el solar y generando una gran sombra. Una cubierta ajardinada bajo la que se suceden los diferentes usos envueltos en una sinuosa piel de vidrio y en contacto con una plaza pública de acceso y eventos al aire libre. Dos edificios en uno: el palacio de congresos y el recinto de ferias y exposiciones; el primero aprovecha la elevación derivada de la pendiente de los auditorios para ofrecer las vistas hacia la ciudad y los espacios más públicos como restaurante y cafetería se convierten en los nuevos miradores hacia el paisaje; el segundo, al nivel de la plaza es el nuevo atractor de actividad y negocio para la ciudad. Los recorridos interiores siempre se mueven en estos dos niveles, entrelazándose sin molestar; la experiencia de subir a la gran sala constituye el nuevo paseo interior desde el que contemplar el paisaje y mirar a la ciudad antigua. Dos patios perforan la cubierta proporcionando iluminación y ventilación natural al tiempo que nos ofrecen recortes de cielo y de monte que se cuelan en los espacios de encuentro y en el hall principal. La gran cubierta ajardinada es la apuesta por una serie de estrategias bioclimáticas que combinadas entre sí mejoran el comportamiento global del edificio: masa térmica, ventilación y reciclaje de pluviales y aguas grises para riego. La inercia de la cubierta evita que se produzcan pérdidas energéticas en los meses de invierno al tiempo que, combinada con la ventilación por los patios arbolados, favorece el enfriamiento en verano, consiguiéndose un óptimo equilibrio energético durante todo el año. El sistema de reciclaje de agua mixto natural y mecánico consigue cerrar el ciclo del agua dentro de nuestra propia parcela, reutilizándose para riego en todas las zonas verdes del edificio.