Plaça Catalunya es un punto de confluencia de transporte metropolitano, donde confluyen múltiples usos, desde la escala hiper-local, hasta la escala global. El deficiente espacio público hace que sea una plaza concurrida cuantitativamente, pero vacía cualitativamente.
City Hub se propone como un espacio dinámico de interconexión entre las infraestructuras de transporte, el espacio a nivel de calle y las edificaciones multiusos. Conectando los usos metropolitanos con los usos locales, los espacios de trabajo y residenciales, se crea un conjunto capaz de dinamizar el espacio público.
City Hub es una topografía que conecta las capas del subsuelo con las del nivel de calle y con los usos aéreos. Se crea una serie de pozos y torres que conforman el nuevo espacio público multiusos.
A cota de calle se sitúan los usos a nivel local, que dan vida al espacio público. Los espacios a escala metropolitana se sitúan en el subsuelo. Los pozos los conectan con la infraestructura de transportes y el exterior, haciendo llegar luz natural al subsuelo, y concentrando la gran parte de vegetación arbórea e hidropónica del nuevo espacio.
City Hub actúa como un gran espacio colchón entre la Ciutat Vella, peatonal, y l’Eixample, que mantiene su fisionomía. Para su creación se libera el espacio desde Plaça Universitat hasta Plaça Urquinaona, integrando así las dos plazas al conjunto. El espacio fluye entre los elementos verticales, haciendo desaparecer cualquier jerarquización de zonas.