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Texto teórico-crítico, de corte especulativo, en torno a la experiencia del espacio urbano en el horizonte pandémico para A*Desk.
"El retorno de lo sublime entrópico. Sería la ampliación de la condición periférica, las periferias de las periferias, la intensificación de la segregación espacial según los niveles de renta y el canto de cisne de la neorepoblación: la vuelta a las ciudades pequeñas y “baratas”, a los pueblos, la vuelta al campo. La re-naturalizaciónambiental como eufemismo técnico, –que se traduce en la inyección de inversiones económicas de la UE destinadas a grandes planes de lavados de cara verde sobre el espectro de lo urbano (la verdolatría es el higienismo después de Haussmann)–, a la vez que se dificulta o impide tanto el despliegue orgánico de formas de vida no-humanas cuando éstas no están sometidas, como ciertas estrategias des-urbanizadoras decrecentistas. ¿Son estos efectos propios de la experiencia metropolitana moderna o postmoderna? Quizá no. Las derivas de lxs flâneurs en el horizonte pandémico –de los riders– caminan sobre una tensión, la de lo urbano y su reverso espectral –la experiencia colectiva de la muerte como una ficción amenazante, retroactiva e intermitente–, que no es si no un umbral: el de las transiciones hacia una polis implosionada, multinodal, interconectada, ecosocial, redistribuida territorialmente según principios democráticos, accesible. Posturbana."