El refugio está construido en una pendiente empinada frente a un pequeño lago de montaña en el sur de Noruega. Está construido en un lugar secreto, lejos de todos los pequeños senderos que conducen al lago. Solo se puede acceder en barco en verano y con esquís en invierno cuando el lago está helado.

La familia propietaria de la tierra vive en una granja aislada al otro lado del lago, donde hay un atracadero en el que el propietario tiene un pequeño bote de remos. Durante varias generaciones, el pequeño lago de la familia ha sido su refugio preferido para pescar, nadar o acampar en soledad. En los últimos años, este hermoso lugar ha sido descubierto por más y más personas, y debido a la ley noruega de derecho de acceso público (Allemannsretten) uno ya no puede esperar estar solo aquí. Es este deseo de reunirse con la naturaleza y la posibilidad de retirarse, completamente aislado de otras personas lo que determina el sitio inconveniente; más lejos, detrás de una roca, sombreado y sin recepción móvil e Internet. Elementos que en el pasado podían considerarse inconvenientes y cada vez más lujosos en la actualidad.

Cuando está en uso, el escondite, sirve como un lugar para buscar pescar, encender un fuego, tomar una siesta y desconectarse de cualquier distracción tecnológica para que los clientes se pongan en contacto con la condición humana primordial de la soledad rodeada de naturaleza salvaje.

Cuando no está en uso, el escondite se encuentra en la naturaleza tranquila y modestamente como si fuera una de sus criaturas; mezclándose con el bosque detrás e incluso sirviendo como parada para pájaros sedientos en su camino hacia el lago.

El pedregal se excava a mano y las rocas extraídas se colocan en el agua formando un muelle natural para el atraque del barco y el acceso. El escondite está hecho de un esqueleto de madera y revestido con ramitas de abedul para dar un efecto de camuflaje mientras mantiene una capa aislante de aire debajo de la nieve. Imitando y aprendiendo por la propia naturaleza. Cuando uno entra al escondite a través del "oído" de la criatura, se encuentra con una zona de entrada estrecha que tiene un escritorio incorporado con vistas infinitas al lago. Es un espacio para trabajar, pensar y mirar el cine de la naturaleza. El espacio también tiene el tamaño suficiente para permitir un cambio de ropa y guardar su mochila. Subiendo dos escalones, hay una sala abierta para que dos personas se acuesten debajo de la claraboya en forma de torre que crea una atmósfera sagrada debido a su altura y pequeña abertura.

A diferencia del exterior natural texturizado, el interior blanco limpio está diseñado para crear el efecto de cara a la naturaleza y fomentarla. Enfatizar un ambiente controlado creado por el hombre, minimalista y simplista para potenciar las propiedades de la naturaleza; asemejándose a una sala de cine donde el ambiente negro contrasta con la imagen amplificando el efecto y dramatismo del espectáculo visual.