La mayoría de las imágenes que nos enseñan arquitectura (con mayúsculas), lo hacen cuando esta está a punto de ser vivida. Una muestra son las otras realizaciones que presentamos desde rellam a esta convocatoria de Próxima. Espacios vacíos, unos pocos muebles desocupados y, ocasionalmente, cuerpos en movimiento que escenifican los rituales de una vida que se separa necesariamente de su diseño cuando es vivida. Los espacios exteriores o las áreas de servicio son los testigos secundarios que suelen revelar el carácter paradójicamente inacabado de la arquitectura que permanece en el imaginario de la disciplina.

En 2013, AMO y Rem Koolhaas propusieron una manera alternativa de mirar a la arquitectura realizada. Bajo el concepto de post-occupancy, re-presentaron algunas de sus obras a través de lentes y momentos menos habituales: dispositivos de vigilancia, comentarios en redes sociales, fotografías de los usuarios  o reportajes periodísticos que capturaron no ya las cualidades asignadas a cada edificio, sino sus efectos al ser vividos. El imaginario que resulta es tan sorprendente como revelador de las ricas fricciones que regulan los acuerdos entre un edificio y su representación.

En la casa y taller de Irene Grau, un proyecto que estamos a punto de completar en una aldea cercana a Santiago de Compostela, proponemos una mirada simétrica que hemos definido provisionalmente como pre-ocupación. No se trata únicamente de presentar la obra en momentos anteriores a su compleción, sino de hacerlo a través de la lente de Irene, la artífice más importante de esta arquitectura. Todas las fotografías, dibujos y maquetas que se muestran aquí han sido producidos o editados por ella y son un testigo concentrado de la determinación, cuidado, deseo y obsesión que la han impulsado. Ver el proyecto a través de sus ojos nos enseña que la arquitectura se vive también antes de realizarse. Se ocupan los planos, se come en la parcela, se bautiza a los árboles, se prueban colores en la cimentación, se almacenan objetos queridos o se duerme en la pequeña pieza de madera recién montada.

Este pequeño imaginario se corresponde seguramente con la mirada de una persona excepcional y con una habilidad creativa fuera de lo común. No obstante, sospechamos que la misma pre-ocupación, o determinación, cuidado, deseo y obsesión, acompaña todas aquellas arquitecturas que se viven más allá de sus instantes decisivos.

Los últimos documentos de la serie están generados a partir de los textos y las imágenes compartidas con y por Irene, a través del servicio de mensajería WhatsApp, durante todo este proceso.